miércoles, 24 de julio de 2019

Teruel Existe denuncia el estado de la vía Teruel-Sagunto

Este túnel está en Calamocha y llama la atención su mal estado, con desprendimientos en las orillas y el cableado sujeto de manera deficiente. 
La plataforma ciudadana ha recorrido la línea ferroviaria captando imágenes que ponen en evidencia su deterioro y reclama una transformación definitiva.

Este túnel está en Calamocha y llama la atención su mal estado, con desprendimientos en las orillas y el cableado sujeto de manera deficiente.Antonio Garcia/Bykofoto

Vías deformadas, taludes erosionados, cunetas llenas de tierra y rocas o traviesas rotas. Son solo algunos de los problemas de la línea férrea Zaragoza-Teruel-Sagunto que la plataforma Teruel Existe ha fotografiado para poner de relieve el deterioro de esta infraestructura y la necesidad urgente de su mejora definitiva.

El reportaje gráfico, elaborado de enero a junio de este año y recogido en un dosier editado en papel que fue presentado ayer a los medios de comunicación, será enviado a todas las Administraciones para acabar "con el gran desconocimiento que se tiene sobre la situación actual de la línea", remarcó el portavoz de Teruel Existe, Manuel Gimeno, quien denunció "el abandono y riesgo del ferrocarril turolense para las personas y los bienes".


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El mal estado de la vía, unido a las pronunciadas rampas y curvas cerradas del tramo Teruel-Sagunto, llevan a la plataforma ciudadana a afirmar que de poco servirán los apartaderos para trenes de mercancías de hasta 750 metros que ha empezado a construir Adif. Según explican, convoyes de tal longitud no podrán circular por la línea a no ser que vayan medio vacíos, pues el límite de carga actual entre Zaragoza y Sagunto es de 950 toneladas por tren y el peso de esos convoyes sin carga ya supera las 800 toneladas.

A juicio de la plataforma, solo una modificación radical del trazado entre Teruel y Sagunto podría hacer que la línea fuese competitiva en el transporte de mercancías, algo que no contempla el plan director elaborado por el Ministerio de Fomento, que prevé una inversión de 386 millones de euros hasta 2021.

viernes, 19 de julio de 2019

El consejero de Presidencia de DGA señala que el pesimismo turolense frena la llegada de proyectos empresariales


En la próxima entrada expondremos las críticas que ha recibido el consejero de la DGA por estas declaraciones:

Dos días después de que decenas de miles de turolenses tomaran las calles de Zaragoza para alzar la voz para exigir más oportunidades e infraestructuras para la provincia, el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, salió en rueda de prensa para dar su opinión, como turolense, al respecto. En un primer momento mostró su más profundo «respeto» a todos los manifestantes, aunque luego criticó algunas de las posturas mostradas durante la marcha. En su opinión, Teruel debe «huir del victimismo y apelar al optimismo, porque Teruel es tierra de oportunidades».


Quizás la declaración más llamativa llegó a continuación, cuando se refirió a los turolenses afincados en la capital aragonesa. «A veces uno ve como en las manifestaciones van los turolenses que se han venido a Zaragoza y desde aquí nos dan lecciones a los que hemos decidido vivir en Teruel». Pero Guillén volvió a insistir en el optimismo y remarcó, en referencia a las reivindicaciones del domingo, que «no sirven ni los movimientos románticos ni sirven tampoco los movimientos regeneracionistas que nos quieren conducir a épocas anteriores».


Pero el consejero de Presidencia no solo se quedó ahí, también reprochó algunas de las demandas de los turolenses. En concreto, Guillén recriminó las protestas de la sociedad bajoaragonesa respecto al Hospital de Alcañiz. «¿Qué es lo que nos sorprende al Gobierno de Aragón?, que se nos demande el Hospital de Alcañiz. Todos ustedes saben que está empezado y en obras. Por lo tanto, el Hospital se está ejecutando. Pero que nadie le pida al Gobierno de Aragón que en un mes se haga un hospital, porque eso es imposible», indicó.


Por otro lado, subrayó que las administraciones deben cumplir con sus compromisos y, en este sentido, «el Gobierno de España tiene muchos incumplidos con Teruel». Entre otros, recordó que en 2011 el Ejecutivo central cambió unos trenes que se llamaban TRD que eran unos trenes modernos, a gasóleo, que permitían circular a 160 km/h por los denominados ‘tamagochi’, que siguen circulando actualmente mucho más despacio y con muchas más limitaciones.

Se refirió a las importantes inversiones anunciadas en el corredor Cantábrico Mediterráneo, cuando en realidad «las peores inversiones de la historia democrática para Teruel por parte del Gobierno de España se han hecho durante los últimos cinco ejercicios presupuestarios». También hubo tiempo de hablar de la A-68 o de la segunda fase de elevación de aguas del Ebro a Andorra, «fundamental para la ubicación de empresas en una cuenca minera que está sufriendo tanto».

Proyectos que crearán 1.200 puestos de trabajo

El consejero de Presidencia también recordó algunos de los proyectos que se han puesto en marcha en los dos últimos años: la ampliación del aeropuerto de Teruel, la ampliación de Tarmac, la Escuela de Pilotos, el proyecto de PLD Space, la ampliación de Dinópolis, el Balneario de Ariño y el Centro de Bioeconomía en Teruel, así como otros proyectos privados entre los que ha destacado los de Röchling, Ronal, Jamones Albarracín, Cereales Teruel, Espuña en Utrillas y Arco Iris en Valderrobres.

Asimismo, señaló que actualmente hay otros 14 proyectos en tramitación o en ejecución, más 829 proyectos de energía eólica y fotovoltaica también en tramitación, así como otros 19 en elaboración. «Eso significa que las posibilidades de creación de empleo con los proyectos que el Gobierno de Aragón tiene en marcha suponen más de 1.200 puestos de trabajo, por lo que este Gobierno está tranquilo con lo que está haciendo por Teruel”.

Por el contrario, señaló que durante los cuatro años de la legislatura anterior no sólo «no se creó ni un solo empleo en Teruel», sino que se destruyeron. Por ejemplo en la educación pública, con maestros que quedaron fuera del círculo escolar por decisiones del Ejecutivo anterior y cuyos puestos ha repuesto el actual. También se han repuesto médicos y otros puestos públicos «y eso significa trabajar por los pueblos y para evitar la despoblación».

«Si pensamos que desde el pesimismo alguien va a venir a ubicarse a Teruel nos equivocamos. Solamente vendrán empresas a generar empleo a Teruel si somos capaces de convencer de que Teruel es una tierra de oportunidades, y lo es. Solamente vendrán las empresas a Teruel si somos capaces de decirles que tenemos mano de obra cualificada para trabajar en ellas. Y solamente vendrá gente a trabajar a Teruel si les insuflamos optimismo y no pesimismo y no romanticismo. Y desde luego si decimos que Teruel tiene presente y tiene futuro y que no solamente se queda con un pasado de ingrato recuerdo», finalizó.

lunes, 24 de junio de 2019

Aliaga, el pueblo que quiere vivir con energía solar



En este municipio de las Cuencas Mineras, los paneles fototérmicos igual dan luz a las farolas que llevan el agua a uno de sus barrios o la extraen de un pozo.


Aliaga, con apenas 400 vecinos, se ha propuesto depender cada vez menos de la electricidad convencional y más de la energía solar. El objetivo es cuidar su valioso entorno natural, con espectaculares formaciones rocosas –algunas de ellas únicas en el mundo– representativas de todas las edades geológicas de la Tierra y con el valle del río Guadalope al sur de la localidad.


Entre el cielo y el suelo hay algo: un futuro para Aliaga

El Ayuntamiento alumbra desde hace cinco años los 800 metros de camino que van desde el pueblo hasta el hotel rural Molino Alto –un edificio rehabilitado con fondos del Plan de la Minería y del Gobierno aragonés– con farolas que se alimentan exclusivamente con placas solares. Cada uno de los paneles va unido a una batería que está enterrada en el suelo dentro de una arqueta de cemento.

El alcalde de Aliaga, Sergio Uche, explica que estas luminarias son más caras que "las normales" –cada farola cuesta 2.000 euros–, pero subraya que, "a la larga, se ahorra dinero, porque el consumo es cero al ser totalmente autosuficientes mediante sus respectivos paneles solares". Como no es necesario que estas lámparas estén conectadas a la red eléctrica convencional, no hay que llevar hasta ellas el tendido ni pagar una cantidad fija por un hipotético consumo mínimo.

El futuro observatorio astronómico de la localidad, que abrirá sus puertas este verano, si bien ya se han realizado en las instalaciones algunas actividades de manera experimental, también se iluminará mediante placas solares. "Solamente llevar hasta allí el poste de la luz nos costaba 2.200 euros –relata Uche–, mientras que, instalando placas solares, hemos resuelto todo con 2.600 euros de inversión".

No queda ahí el anhelo de la población de Aliaga por conseguir electricidad a partir de energías renovables. El Ayuntamiento puso en marcha recientemente un sistema de elevación de aguas para abastecer desde la red municipal a los vecinos de la pedanía de Campos –a cinco kilómetros de distancia y con un desnivel de 300 metros– utilizando para impulsar el agua la energía que producen 55 placas solares cuya implantación requirió de una inversión global de 30.000 euros.

Resultado satisfactorio

El resultado ha sido tan "satisfactorio" para el Ayuntamiento, que el paso siguiente va a ser sustituir el sistema tradicional de traída de aguas al pueblo desde el pozo de abastecimiento municipal, que funciona con gasoil, por otro a base de energía solar. Sergio Uche recuerda que, durante un verano, el depósito de combustible se rompió, contaminando las aguas, lo que causó entre los vecinos "un verdadero disgusto". "Tenemos un entorno especial que hay que cuidar; creemos que es nuestra obligación optimizar los recursos y defender la naturaleza", afirma el alcalde de Aliaga.

Para poder avanzar en la idea de abastecer al pueblo con energía limpia, el Consistorio, propietario de la antigua térmica que funcionó en la localidad quemando carbón hasta 1982, quiere instalar en el tejado de este enorme edificio industrial placas solares. De esta forma, la central, que durante décadas dio vida al municipio y que ahora es solo un monumento al pasado minero y energético de Aliaga, volvería, de alguna manera, a generar electricidad, si bien con un sistema acorde con los nuevos tiempos.

Uche admite, no obstante, que prescindir por completo de la electricidad convencional para el abastecimiento de la localidad es, al menos en estos momentos, bastante difícil. Sin embargo, la hoja de ruta del Ayuntamiento de Aliaga incluye sustituir progresivamente, y en todos aquellos puntos en que sea factible, la energía tradicional por la que generan los paneles solares. Y todo, para preservar la naturaleza que rodea a esta localidad antaño minera.
Ma. Ángeles Moreno: Heraldo de Aragón

jueves, 30 de mayo de 2019

BELCHITE (ZARAGOZA): RUINAS

Cada vez que paso por las cercanías de las ruinas de Belchite me estremezco 
y no puedo evitar rememorar la historia trágica que provocó la despiadada 
Guerra Civil Española








miércoles, 13 de marzo de 2019

España Vaciada: TERUEL EXISTE

Los habitantes de la 'España vaciada' están hartos. Hartos de ir al médico y no encontrarlo, de subir con retraso al tren, de viajar por malas carreteras, de decir adiós a los jóvenes que emigran en busca de trabajo, de reuniones con políticos que dicen sí a todo, de los mismos políticos que luego no hacen nada, de ser ciudadanos de segunda, de ver el desencanto en el rostro del vecino, de no cruzarse con ninguno, de pasear por calles repletas de comercios en venta, de contemplar la agonía de los pueblos envejecidos. Están hartos de todo y han decidido rebelarse.
Mostrarán su hartazgo en Madrid el próximo 31 de marzo en una manifestación que convocaron ayer trece plataformas de once provincias afectadas por el abandono sistemático al que, según aseguran, se ven sometidas desde hace décadas. Todos estos colectivos se han agrupado bajo el concepto de la 'España vaciada', que no es lo mismo que la España vacía, tal y como recalcan sus portavoces. «Nosotros hemos estado llenos, pero nos han ido vaciando cazo a cazo», denuncian.
Javier Guillenea