lunes, 24 de junio de 2019

Aliaga, el pueblo que quiere vivir con energía solar



En este municipio de las Cuencas Mineras, los paneles fototérmicos igual dan luz a las farolas que llevan el agua a uno de sus barrios o la extraen de un pozo.


Aliaga, con apenas 400 vecinos, se ha propuesto depender cada vez menos de la electricidad convencional y más de la energía solar. El objetivo es cuidar su valioso entorno natural, con espectaculares formaciones rocosas –algunas de ellas únicas en el mundo– representativas de todas las edades geológicas de la Tierra y con el valle del río Guadalope al sur de la localidad.


Entre el cielo y el suelo hay algo: un futuro para Aliaga

El Ayuntamiento alumbra desde hace cinco años los 800 metros de camino que van desde el pueblo hasta el hotel rural Molino Alto –un edificio rehabilitado con fondos del Plan de la Minería y del Gobierno aragonés– con farolas que se alimentan exclusivamente con placas solares. Cada uno de los paneles va unido a una batería que está enterrada en el suelo dentro de una arqueta de cemento.

El alcalde de Aliaga, Sergio Uche, explica que estas luminarias son más caras que "las normales" –cada farola cuesta 2.000 euros–, pero subraya que, "a la larga, se ahorra dinero, porque el consumo es cero al ser totalmente autosuficientes mediante sus respectivos paneles solares". Como no es necesario que estas lámparas estén conectadas a la red eléctrica convencional, no hay que llevar hasta ellas el tendido ni pagar una cantidad fija por un hipotético consumo mínimo.

El futuro observatorio astronómico de la localidad, que abrirá sus puertas este verano, si bien ya se han realizado en las instalaciones algunas actividades de manera experimental, también se iluminará mediante placas solares. "Solamente llevar hasta allí el poste de la luz nos costaba 2.200 euros –relata Uche–, mientras que, instalando placas solares, hemos resuelto todo con 2.600 euros de inversión".

No queda ahí el anhelo de la población de Aliaga por conseguir electricidad a partir de energías renovables. El Ayuntamiento puso en marcha recientemente un sistema de elevación de aguas para abastecer desde la red municipal a los vecinos de la pedanía de Campos –a cinco kilómetros de distancia y con un desnivel de 300 metros– utilizando para impulsar el agua la energía que producen 55 placas solares cuya implantación requirió de una inversión global de 30.000 euros.

Resultado satisfactorio

El resultado ha sido tan "satisfactorio" para el Ayuntamiento, que el paso siguiente va a ser sustituir el sistema tradicional de traída de aguas al pueblo desde el pozo de abastecimiento municipal, que funciona con gasoil, por otro a base de energía solar. Sergio Uche recuerda que, durante un verano, el depósito de combustible se rompió, contaminando las aguas, lo que causó entre los vecinos "un verdadero disgusto". "Tenemos un entorno especial que hay que cuidar; creemos que es nuestra obligación optimizar los recursos y defender la naturaleza", afirma el alcalde de Aliaga.

Para poder avanzar en la idea de abastecer al pueblo con energía limpia, el Consistorio, propietario de la antigua térmica que funcionó en la localidad quemando carbón hasta 1982, quiere instalar en el tejado de este enorme edificio industrial placas solares. De esta forma, la central, que durante décadas dio vida al municipio y que ahora es solo un monumento al pasado minero y energético de Aliaga, volvería, de alguna manera, a generar electricidad, si bien con un sistema acorde con los nuevos tiempos.

Uche admite, no obstante, que prescindir por completo de la electricidad convencional para el abastecimiento de la localidad es, al menos en estos momentos, bastante difícil. Sin embargo, la hoja de ruta del Ayuntamiento de Aliaga incluye sustituir progresivamente, y en todos aquellos puntos en que sea factible, la energía tradicional por la que generan los paneles solares. Y todo, para preservar la naturaleza que rodea a esta localidad antaño minera.
Ma. Ángeles Moreno: Heraldo de Aragón