Cuando concluyó la Guerra Civil –oficialmente el 1º de
abril de 1939- en España, muchos de los republicanos que habían sido derrotados
por el ejército franquista se refugiaron en las sierras y montes para
sobrevivir, para escapar de la represión generalizada que se aplicó en nuestro
país en las décadas posteriores y seguir así luchando contra el franquismo
victorioso.
A estos guerrilleros, se les conoció con el nombre de
“maquis”, palabra procedente del francés “maquisards” que alude a los
lugares montañosos y escarpados en los que se escondían los resistentes
franceses frente a la ocupación alemana entre 1940 y 1945. El Franquismo se
refería a ellos con la expresión de “bandoleros” que presenta un significado
más peyorativo en un intento de desprestigiarlos.
Ahora bien, cuando se produjo un intento más serio de derribar al régimen franquista, fue en 1945, al finalizar la II Guerra Mundial, en el momento en que el Partido Comunista de España decidió enviar desde Francia a miles de combatientes atravesando el Valle de Arán. Pese al casi fracaso de esta operación, muchos de ellos consiguieron entrar en España y conectaron con los núcleos de resistencia existentes anteriormente.
A partir de esos momentos, estos grupos se
constituyeron y se organizaron dentro de la llamada Agrupación Guerrillera de
Levante y Aragón AGLA que operaba por las provincias de Castellón, Valencia,
Cuenca y Teruel, principalmente. Para ello crearon una diferente tipología
de campamentos: de paso, estables y de emergencia. Una buena parte de
integrantes de la AGLA eran militante y estaban controlados por el PCE pero
también existió un número significativo de la CNT.
El que nos ocupa hoy, el Campamento del Rodeno, fue
estable en el tiempo y se encontraba en las cercanías de la localidad de Tormón
en la Sierra de Albarracín. Es fácilmente accesible andando aunque se
trata de una zona escondida, protegida por unas impresionantes formaciones
rocosas, que crean una multitud de pasillos y pasadizos que facilitaban el
escape en caso de asalto.
Este Campamento fue creado a principios del año 1947
como sede del Estado Mayor de la AGLA y como escuela del guerrillero. Esta se
encontraba situada en una zona algo apartada del lugar que había más movimiento
de personas y constituía un espacio dedicado a la formación del guerrillero.
Uno de los maquis que estuvo allí, Florián García
(“Grande”), lo describía así: “El campamento donde estaba situado era
enorme, nosotros lo llamábamos la «Plaza de Toros» porque hacía como un anillo
de rocas, con pinos altísimos. Había unos huecos naturales y allí un poco
camuflados con árboles hicimos una especie de chabola grande. «Pepito dirigía
esta escuela…»
Se refería a Francisco Corredor, conocido como “Pepito El Gafas”, que era el profesor principal pues impartía unos cursillos para los guerrilleros con temas teóricos y políticos sobre el marxismo-leninismo, así como otros de táctica guerrillera, sanidad, topografía o cultura general. Se puede decir que algunos guerrilleros tuvieron su primer contacto con el aprendizaje de las letras en el Campamento.
Desde este lugar incluso se llegó a editar alguno de
los números de “El Guerrillero”, un periódico que se realizaba de forma
rudimentaria mediante una máquina de escribir y una multicopista cuyo fin
último era servir de información a una población dispersa por la zona donde
actuaba la AGLA así como magnificar las acciones llevadas a cabo con el fin de
desmoralizar al enemigo.
Hay que subrayar que no fue el único
campamento-escuela implantado en la provincia de Teruel, sino que anteriormente
la AGLA ya había instalado otro a unos cinco o seis km de La Cerollera, una
localidad del Bajo Aragón, y que fue arrasado por las tropas franquistas
anteriormente dirigidas por el general Pizarro. Actualmente existe un centro de
interpretación en dicha localidad sobre este campamento e incluso una ruta para
poder acceder a él andando o en bicicleta..
La verdad es que el de Rodeno tuvo una duración corta
de apenas un año, puesto que a finales de 1947 se descubrió por parte de
las autoridades franquistas el lugar de la Sierra de Albarracín donde se
encontraba y se preparó un aparatoso despliegue integrado por fuerzas de la
Guardia Civil, del Ejército y miembros de la llamada Guardia de Franco,
con el fin de ocupar el lugar y detener a los maquis que se encontraban allí
presentes. En algunas informaciones oficiosas se hablaba de que el número de
efectivos armados que realizaron el ataque fue de 3.000.
El asalto definitivo se produjo el día 20 de diciembre
cuando el total de ocupantes del Campamento en esos momentos era de quince por
lo que la mayoría de ellos intentaron huir como pudieron ante tal avalancha de
militares. El caso es que dado el número de pasillos estrechos existentes entre
las rocas, la gran mayoría de los maquis consiguieron huir falleciendo
solamente uno en el combate, mientras que otros dos resultaron heridos y
presos. El resto se desperdigó por los montes y pinares de la Sierra de
Albarracín dirigiéndose a un lugar de encuentro que habían fijado previamente.