Jesús Moncada Estruga (Mequinenza (Zaragoza), 1 de diciembre de 1941 - Barcelona (España), 13 de junio de 2005) fue un escritor aragonés en lengua catalana. Considerado uno de los autores en catalán más importantes de su época, recibió varios premios por su obra: el Premio Ciutat de Barcelona o el Premio Nacional de la Crítica en 1989 por Camí de sirga (Camino de sirga) o la Creu de Sant Jordi, otorgada por la Generalidad de Cataluña en el año 2001. En el 2004 recibió el Premio de las Letras Aragonesas que recogió unos meses antes de su muerte.
Jesús Moncada es uno de los autores más traducidos de la literatura en catalán. Camí de sirga ha sido traducido a quince idiomas, entre ellos el japonés y el vietnamita. Moncada también tradujo al catalán numerosas obras en español, francés e inglés, de autores como Guillaume Apollinaire, Alejandro Dumas, Jules Verne y Boris Vian.
Falleció el 13 de junio de 2005 a causa de un cáncer. El 9 de julio se le concedió a título póstumo la distinción de "hijo predilecto" de Mequinenza y sus cenizas fueron arrojadas en el solar familiar del antiguo pueblo, en frente del Río Ebro, embalse de Ribarroja, donde nació y transcurren sus obras.
REIVINDICAMOS
Los lectores y lectoras del gran escritor de Mequinenza Jesús Moncada rechazamos absolutamente la ignominiosa ley que promueve la fragmentación de la lengua al denominar LAPAO a la lengua catalana de la Franja. Este nombre no es sólo un insulto para los hablantes de la lengua catalana, es también una estrategia de desmembración de una realidad cultural que nos une en todo los territorios de habla común.
El genocidio cultural que se está aplicando deliberadamente atenta contra la literatura, sesgando un canon literario común que ha construido la lengua catalana gracias a la riqueza de las palabras empleadas por escritores de todas partes. Jesús Moncada, este gran artesano de la lengua, ha aportado al canon literario catalán una gran diversidad de palabras y de expresiones del catalán occidental, por lo cual ha enriquecido el vocabulario y ha creado vínculos entre los territorios de habla catalana que, sistemáticamente, se intenta de romper.
Mequinenza
REIVINDIQUEM
Els lectors i lectores del gran escriptor mequinensà Jesús Moncada rebutgem absolutament la ignominiosa llei que promou la fragmentació de la llengua en anomenar LAPAO a la llengua catalana de la Franja. Aquest nom no és només un insult per als parlants de la llengua catalana, és també una estratègia de desmembrament d’una realitat cultural que ens uneix arreu dels territoris de parla comuna.
El genocidi cultural que s’està aplicant deliberadament atempta contra la literatura, esbiaixant un cànon literari comú que ha bastit la llengua catalana gràcies a la riquesa dels mots emprats per escriptors d’arreu. Jesús Moncada, aquest gran artesà de la llengua, ha aportat al cànon literari català una gran diversitat de mots i d’expressions del català occidental, per la qual cosa ha enriquit el vocabulari i ha creat lligams entre els territoris de parla catalana que, sistemàticament, s’intenta de trencar.
Me sumo a la protesta. Aunque, por otra parte, si las estupideces políticas dan lugar a que se recuerde y reivindique la obra de este escritor extraordinario, de algo habrán servido. La historia se tragará esas tonterías en el médano de las anécdotas, pero 'Camino de Sirga' seguirá siendo una de las grandes novelas de los 80.
ResponderEliminar"Camí de sirga" es una obra muy bien considerada en Cataluña. Lo mismo se puede decir de Jesús Moncada.
EliminarLa expresión "Nadie es profeta en su tierra" sigue en plena vigencia. Sobre todo en...Aragón.
Tú, estimado Antonio, eres una de las pocas y honrosas excepciones.
Un abrazo
M¡'encanta la teva aportació sobre la llengua catalana. Tinc familiars aragonesos i també molts bons amics de la teva terra, però em dol molt el que el govern aragonés ha dictaminat. Una abraçada Maria Rosa
ResponderEliminarTotes les llengües són tresors. Combatre-les és fruit de la ignorància y de la mala fe.
ResponderEliminarBen vinguda y gràcies per la teva aportació.
Una abraçada, Maria Rosa