La Historia viene siendo manipulada y tergiversada por los poderes desde tiempos inmemoriabales y ahora, también, por corrientes nacionalistas. Para lograr fines interesados no se tiene inconveniente alguno en inventar mitos, leyendas o... películas, como diríamos hoy.
Es conocida la leyenda inventada en el siglo XVI en la que se asegura que las cuatro barras de la senyera catalana deben su origen al conde Wifredo el Velloso (Guifré "el Pilós") (840-897) que había deslizado sobre su escudo la mano impregnada en la sangre que manaba de sus heridas. Se trata, sin duda alguna, de una falsa tradición, rechazada íntegramente por todos los historiadores serios. Es evidente que las leyendas son mucho más seductoras que la mera y prosaica realidad... Ahí está la razón de su éxito.
En los Anales del Reino de Aragón realizados entre los años 1562 y 1580 por Jerónimo de Zurita, (incuestionable su autoridad como cronista moderno y su método historiográfico riguroso. Muestra una nueva concepción de los deberes de un historiador y, no contento con los amplios materiales guardados en los archivos de Aragón, buscó sus fuentes en los Países Bajos, Roma, Nápoles y Sicilia, para encontrar documentos de primera mano que le permitieran replantear la historia desde sus materiales más fidedignos), leemos en el tomo I, folio 91, página 1, que el Papa Inocencio III autorizó a D. Pedro II Rey de Aragón, Conde de Barcelona y Señor de Monpelier, a usar como propios los colores del Gonfalón o estandarte de la Iglesia, (palos rojos sobre dorado), al renunciar D. Pedro, al derecho que tenía como rey, a nombrar Obispos a su capricho (cosa normal y privilegio de todos los reyes medievales), y declararse él y sus descendientes y con él todos sus territorios, feudatario de la Santa Sede. Eso ocurría el año 1.204
Los Condes de Barcelona, El Reino de Valencia, Baleares, Sicilia, Nápoles, la ciudad valenciana de Alguer e incluso el sur de Francia tienen en sus escudos heráldicos la señal “DEL REY" como prueba de que todos ellos formaban parte de la Corona de Aragón, como así aparece en documentos, testimonios, historia, escudos, pinturas, tablas, manuscritos, ilustraciones, pergaminos, bordados y tejidos.
Es conocida la leyenda inventada en el siglo XVI en la que se asegura que las cuatro barras de la senyera catalana deben su origen al conde Wifredo el Velloso (Guifré "el Pilós") (840-897) que había deslizado sobre su escudo la mano impregnada en la sangre que manaba de sus heridas. Se trata, sin duda alguna, de una falsa tradición, rechazada íntegramente por todos los historiadores serios. Es evidente que las leyendas son mucho más seductoras que la mera y prosaica realidad... Ahí está la razón de su éxito.
En los Anales del Reino de Aragón realizados entre los años 1562 y 1580 por Jerónimo de Zurita, (incuestionable su autoridad como cronista moderno y su método historiográfico riguroso. Muestra una nueva concepción de los deberes de un historiador y, no contento con los amplios materiales guardados en los archivos de Aragón, buscó sus fuentes en los Países Bajos, Roma, Nápoles y Sicilia, para encontrar documentos de primera mano que le permitieran replantear la historia desde sus materiales más fidedignos), leemos en el tomo I, folio 91, página 1, que el Papa Inocencio III autorizó a D. Pedro II Rey de Aragón, Conde de Barcelona y Señor de Monpelier, a usar como propios los colores del Gonfalón o estandarte de la Iglesia, (palos rojos sobre dorado), al renunciar D. Pedro, al derecho que tenía como rey, a nombrar Obispos a su capricho (cosa normal y privilegio de todos los reyes medievales), y declararse él y sus descendientes y con él todos sus territorios, feudatario de la Santa Sede. Eso ocurría el año 1.204
Los Condes de Barcelona, El Reino de Valencia, Baleares, Sicilia, Nápoles, la ciudad valenciana de Alguer e incluso el sur de Francia tienen en sus escudos heráldicos la señal “DEL REY" como prueba de que todos ellos formaban parte de la Corona de Aragón, como así aparece en documentos, testimonios, historia, escudos, pinturas, tablas, manuscritos, ilustraciones, pergaminos, bordados y tejidos.