Me limito a reproducir una
noticia que en mi opinión, y ojalá me equivoque, peca un tanto de ingenua
y fantasiosa...
El pueblo de Aliaga se
propone rehabilitar como museo del carbón y centro cultural su antigua térmica,
que está cerrada desde 1982
La mole
de la central térmica de Aliaga surge de repente en el paisaje montañoso de las
Cuencas Mineras. Lleva cerrada más de 30 años, pero su imponente estructura
parece intacta vista desde lejos. Solo al acercarse empiezan a apreciarse los
efectos de su largo abandono: el tejado medio desmantelado, las chimeneas
maltrechas, los vidrios rotos y el hollín que cubre la maleza y los caminos.
Sergio
Uche, alcalde de Aliaga, ha visto la lenta degradación de la central, que desde
1950 hasta 1982 produjo energía eléctrica a partir del carbón de las minas
existentes en la zona y que se agotaron hace años. "No queremos que el
edificio que tanta riqueza trajo a nuestro pueblo termine hundiéndose",
subraya el regidor. "Nos hemos propuesto rescatarlo y convertirlo en un
museo sobre el ciclo del carbón y en un centro de actividades culturales",
explica.
Se
trata de un proyecto de tanta envergadura como la propia central, una nave de
37 metros de alto por 67 de largo que se levanta al pie de un embalse creado
para cubrir las necesidades de la planta.
Reabrir
la antigua instalación eléctrica ha movilizado, de momento, al ayuntamiento y a
la Fundación Iberoamericanas de las Industrias Culturales y Creativas (FIBICC),
pero Uche quiere implicar a todas las instituciones, desde el Gobierno central
hasta el de Aragón, pasando por la comarca de las Cuencas Mineras y la Unión
Europea.
Por
fases
"Nuestra
fundación prestará asesoramiento técnico y se encargará de la formación",
señala Santiago Arroyo, responsable de la FIBICC, que de momento va a abrir una
oficina en Aliaga "para empezar a trabajar". Arroyo confía en
implicar programas como Erasmus+ y en desarrollar campos de trabajo para
acometer la rehabilitación. En su opinión, la nueva modalidad de "turismo
creativo" garantizará en el futuro el interés por la térmica en España y
el resto de Europa.
Uche es
consciente de la magnitud del plan. "La transformación no puede ser de la
noche a la mañana, habrá que actuar por fases", advierte. La primera de
ellas es conseguir que el enclave sea declarado bien de interés local.
A
partir de ahí, se abordará la adquisición de la central y del solar que la rodea,
que tras haber pertenecido a Eléctricas Reunidas de Zaragoza (ERZ) y Endesa es
en la actualidad de cinco propietarios diferentes. "Estamos en
negociaciones con ellos y nos movemos en cifras en torno a los 300.000 metros
por un solar de 60.000 metros cuadrados, además de las construcciones",
precisa el alcalde.
María
Giménez Prades, coordinadora del proyecto, ve la central como "un elemento
más del paisaje" de Aliaga, que alberga el mayor parque geológico de
Europa, lo que le ha granjeado un gran prestigio internacional en la comunidad
científica.
Trabajo
local
"La
recuperación de la térmica va más allá del hecho en sí", apunta. "De
lo que se trata es de dinamizar esta zona convirtiéndola en un punto de
referencia de la arqueología industrial", subraya Giménez Prades.
La
siguiente fase, que habría que acometer tras descontaminar los terrenos, sería
la reconstrucción en sí. Pero para poder abordarla harán falta todas las
subvenciones que se puedan conseguir, empezando por el 1% Cultural y los fondos
Leader. "La idea es hacerlo con gente de aquí", recalca el regidor,
porque sabe que la obra puede ser una importante fuente de empleo. "Es de
justicia que Aliaga, que tanto contribuyó al desarrollo de España durante las
décadas del despegue, reciba ahora algo por el precio que pagó", razona.
Aliaga
alberga en la actualidad dos empresas del sector de la energía, una central
térmica que funciona con gas natural y un parque eólico. Pero aun así su
población disminuye o a duras penas se mantiene. "Ahora mismo somos 386
habitantes, pero en los años buenos de la central había más de 2.000",
precisa el alcalde.
El
cierre de la térmica al comienzo de los 80 fue un "mazazo" para la
localidad. Sus 85 trabajadores se trasladaron con sus familias a Zaragoza,
recolocados por la compañía eléctrica, y Aliaga se quedó como abandonada a su
suerte, con pocas perspectivas de futuro.
Fue un
golpe muy duro para un pueblo que había albergado la principal central
eléctrica de España basada en el carbón, con una potencia instalada de 128
megavatios. El propio Uche trabajó en el desmontaje de la instalación, un
proceso que duró tres años. Por eso se ha propuesto que vea de nuevo la luz.
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