En la próxima entrada expondremos las críticas que ha recibido el consejero de la DGA por estas declaraciones:
Dos
días después de que decenas de miles de turolenses tomaran las calles de Zaragoza
para alzar la voz para exigir más oportunidades e infraestructuras para la
provincia, el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén,
salió en rueda de prensa para dar su opinión, como turolense, al respecto. En
un primer momento mostró su más profundo «respeto» a todos los manifestantes,
aunque luego criticó algunas de las posturas mostradas durante la marcha. En su
opinión, Teruel debe «huir del victimismo y apelar al optimismo, porque Teruel
es tierra de oportunidades».
Quizás
la declaración más llamativa llegó a continuación, cuando se refirió a los
turolenses afincados en la capital aragonesa. «A veces uno ve como en las
manifestaciones van los turolenses que se han venido a Zaragoza y desde aquí
nos dan lecciones a los que hemos decidido vivir en Teruel». Pero Guillén
volvió a insistir en el optimismo y remarcó, en referencia a las
reivindicaciones del domingo, que «no sirven ni los movimientos románticos ni
sirven tampoco los movimientos regeneracionistas que nos quieren conducir a
épocas anteriores».
Pero
el consejero de Presidencia no solo se quedó ahí, también reprochó algunas de
las demandas de los turolenses. En concreto, Guillén recriminó las protestas de
la sociedad bajoaragonesa respecto al Hospital de Alcañiz. «¿Qué es lo que
nos sorprende al Gobierno de Aragón?, que se nos demande el Hospital de
Alcañiz. Todos ustedes saben que está empezado y en obras. Por lo tanto, el
Hospital se está ejecutando. Pero que nadie le pida al Gobierno de Aragón que
en un mes se haga un hospital, porque eso es imposible», indicó.
Por
otro lado, subrayó que las administraciones deben cumplir con sus compromisos
y, en este sentido, «el Gobierno de España tiene muchos incumplidos con
Teruel». Entre otros, recordó que en 2011 el Ejecutivo central cambió unos
trenes que se llamaban TRD que eran unos trenes modernos, a gasóleo, que
permitían circular a 160 km/h por los denominados ‘tamagochi’, que siguen
circulando actualmente mucho más despacio y con muchas más limitaciones.
Se
refirió a las importantes inversiones anunciadas en el corredor Cantábrico
Mediterráneo, cuando en realidad «las peores inversiones de la historia
democrática para Teruel por parte del Gobierno de España se han hecho durante
los últimos cinco ejercicios presupuestarios». También hubo tiempo de hablar de
la A-68 o de la segunda fase de elevación de aguas del Ebro a Andorra,
«fundamental para la ubicación de empresas en una cuenca minera que está
sufriendo tanto».
Proyectos que crearán 1.200 puestos de trabajo
El
consejero de Presidencia también recordó algunos de los proyectos que se han
puesto en marcha en los dos últimos años: la ampliación del aeropuerto de
Teruel, la ampliación de Tarmac, la Escuela de Pilotos, el proyecto de PLD Space,
la ampliación de Dinópolis, el Balneario de Ariño y el Centro de Bioeconomía en
Teruel, así como otros proyectos privados entre los que ha destacado los de
Röchling, Ronal, Jamones Albarracín, Cereales Teruel, Espuña en Utrillas y Arco
Iris en Valderrobres.
Asimismo,
señaló que actualmente hay otros 14 proyectos en tramitación o en ejecución,
más 829 proyectos de energía eólica y fotovoltaica también en tramitación, así
como otros 19 en elaboración. «Eso significa que las posibilidades de creación
de empleo con los proyectos que el Gobierno de Aragón tiene en marcha suponen
más de 1.200 puestos de trabajo, por lo que este Gobierno está tranquilo con lo
que está haciendo por Teruel”.
Por
el contrario, señaló que durante los cuatro años de la legislatura anterior no
sólo «no se creó ni un solo empleo en Teruel», sino que se destruyeron. Por
ejemplo en la educación pública, con maestros que quedaron fuera del círculo
escolar por decisiones del Ejecutivo anterior y cuyos puestos ha repuesto el
actual. También se han repuesto médicos y otros puestos públicos «y eso
significa trabajar por los pueblos y para evitar la despoblación».
«Si
pensamos que desde el pesimismo alguien va a venir a ubicarse a Teruel nos
equivocamos. Solamente vendrán empresas a generar empleo a Teruel si somos
capaces de convencer de que Teruel es una tierra de oportunidades, y lo es.
Solamente vendrán las empresas a Teruel si somos capaces de decirles que
tenemos mano de obra cualificada para trabajar en ellas. Y solamente vendrá
gente a trabajar a Teruel si les insuflamos optimismo y no pesimismo y no
romanticismo. Y desde luego si decimos que Teruel tiene presente y tiene futuro
y que no solamente se queda con un pasado de ingrato recuerdo», finalizó.