domingo, 27 de abril de 2014

XXX ANIVERSARIO DE LA REVISTA TURIA















Casi podría calificarse de milagro cultural que la revista TURIA siga adelante, a pesar de la crisis, después de 30 años de existencia.TURIA es la publicación cultural y literaria aragonesa de más dilatada trayectoria. Una circunstancia poco frecuente en este tipo de revistas que, por otra parte, resulta aún más valiosa si tenemos en cuenta que TURIA es una publicación editada en Teruel pero con difusión nacional e internacional.

La revista va por su número 108 y sigue adelante manteniendo sus señas de identidad. Dada mi condición de turolense me enorgullezco de muchas singularidades de mi tierra, pero no tengo la menor duda de que la revista TURIA,  de la que soy leal suscriptor desde hace varios años, es una de las que tengo en más alta estima y consideración. Por eso, cuando me encargaron escribir un artículo para el Boletín del Centro Aragonés, con motivo de la celebración del XXX Aniversario de su fundación, me sentí muy honrado.

Gracias a la existencia de esta publicación, diestramente coordinada por su director, Carlos Raúl Maícas, que desde muy joven apostó por Teruel, hoy se puede decir con orgullo que esta pequeña capital del amor y del arte mudéjar, además tiene nombre propio en el panorama cultural. De su sección "La Isla" entresaco este texto, auténtico santo y seña de su identidad:

“Será cuestión de que tengamos claros nuestros principios de ciudadanía democrática: la vida requiere criterio; éste requiere opinión; ésta requiere reflexión. Y la reflexión requiere un escepticismo activo y una cierta dosis de saludable insolencia cívica. Porque trabajar sólo con el piloto automático es una rutina demoledora, una propuesta destructiva que sólo nos conduce a la apatía y el anonimato, a desactivarnos mental y emocionalmente. Al desparpajo del olvido.” (nº 89-90, pág. 408)

1.- Historia

La revista tiene como principal objetivo fomentar la lectura desde una posición abierta, plural y cosmopolita. Para lograr un objetivo tan loable ha contado con la colaboración de más de 1.000 autores. La plena convicción de que leer es una buena forma de vivir anima a los gestores de esta publicación a seguir afrontando el futuro con la convicción de que hay que seguir creciendo. Los ingredientes que la vienen caracterizando, tales como la calidad, la independencia y la publicación de textos inéditos siguen formando parte  su reconocida personalidad.

2.- Trayectoria

TURIA nace, en 1983, con el propósito de que se constituyese en un ejercicio válido de   pluralidad   intelectual   y   en  un  intento  de  contribuir,  desde  Teruel,   al relanzamiento del hecho cultural en nuestro medio cotidiano y, por lo tanto, a la preocupación por la literatura, las artes plásticas, la filosofía, el cine y otras manifestaciones que tanto aquí como en otros ámbitos geográficos se estaban dando.

El propio nombre de la revista no es nada casual, reúne la reivindicación y el homenaje. TURIA quiere dar testimonio de reconocimiento a una publicación cultural turolense, la “Revista del Turia”, que constituyó una de las más señeras muestras de la notable actividad cultural y ciudadana que vivió Teruel en las últimas décadas del siglo XIX. Retomar ese dinamismo, servir de cauce a los nuevos autores e investigadores aragoneses, ejercer de puente cultural entre Aragón y otros territorios, fue uno los propósitos prioritarios que guiaron la aparición de TURIA y que continúan alentando su trabajo en cada entrega cuatrimestral.

TURIA es una publicación  que ha pretendido, desde sus comienzos, ejercer el mestizaje cultural e integrar diversas corrientes creativas y de pensamiento. Atenta tanto a lo particular como a lo universal, TURIA surgió como aportación aragonesa al panorama de revistas culturales en español. Por otra parte, TURIA ha priorizado siempre la calidad de sus contenidos evitando cualquier otro tipo de condicionamiento. Un espíritu integracionista y abierto, y una línea de trabajo independiente  y  rigurosa,  que  resulta  necesaria  para la buena salud de una revista cultural y literaria.

El equipo que elabora actualmente TURIA lo integran su Fundador y Director: Raúl Carlos Maícas.  Raúl, que se define a sí mismo como cosmopolita, igual que su revista, vive en ese rincón turolense - de cuya existencia dudan casi todos los gobernantes de turno - entregado en cuerpo y alma a la dirección de TURIA y a la creación literaria

El Consejo de Redacción está formado por: Aurora Cruzado, Juan Antonio Tello y Jesús Villel. Como Secretario de Redacción interviene Eduardo Suárez.

Mención especial en cualquier balance de la trayectoria de TURIA requiere la escritora Ana María Navales, ya fallecida y que ejerció primero como miembro del Consejo Asesor durante los años 1983-1989 y que luego figuraría como co-Directora durante los años 1990-2008.

3.- Sumario

TURIA pone a su alcance, cada cuatro meses, un amplio y atractivo sumario de alrededor de 500 páginas que contiene secciones dedicadas a narrativa, poesía, estudios literarios, ensayos, temas monográficos, entrevistas en profundidad y un amplio apartado de crítica de libros.

Sus secciones habituales: Letras, Taller, Poesía, Pensamiento, Cartapacio, Conversaciones, La Isla, Sobre Aragón, Cuadernos Turolenses, La Torre de Babel...nos acercan a la literatura, a las artes y a  las plumas más prestigiosas.

TURIA dedica, en cada número, un extenso y cuidado dossier central a un autor. Entre los nombres propios que han protagonizado estos monográficos destacan nombres indiscutibles de la creatividad en español como: Luis Buñuel, Salvador Dalí, Jorge Luis Borges, Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Juan Carlos Onetti, Silvina Ocampo, Max Aub, Ramón J. Sender, Mario Vargas Llosa, Roberto Bolaño, Carlos Saura, Carmen Martín Gaite, Luis Mateo Díez, José Luis Borau, Ramón Gaya, Antonio Saura, Ángel Crespo y Miguel Labordeta.

Tampoco faltan en TURIA los monográficos dedicados a creadores singulares de la literatura universal como Virginia Woolf, Boris Vian, Clarice Lispector, Claudio Magris, Antonio Tabucchi, Patrick Modiano, Pascal Quignard y Pierre Michon.

En TURIA no solo tienen cabida los nombres más conocidos de nuestra cultura. También sirve de cauce de publicación a nuevas voces, jóvenes autores cuyo trabajo reúne la calidad suficiente.

TURIA tiene difusión nacional e internacional y es una de las revistas culturales españolas de más dilatada trayectoria. En reconocimiento a su permanente y valioso ejercicio de pluralidad e integración cultural, TURIA obtuvo en 2002 el Premio Nacional al Fomento de la Lectura.

TURIA está editada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel y cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón, así como con el mecenazgo puntual de entidades privadas.

Para terminar solo me resta desear larga vida a la revista TURIA para que podamos celebrar su próximo 50 Aniversario y dar las gracias y mi más sincera enhorabuena todos los que han hecho posible este milagro cultural.


Bibliografía consultada y sugerida: http://www.ieturolenses.org/revista_turia/

miércoles, 23 de abril de 2014

23 de Abril.- Día de Aragón



La tronada

Con la tronada, ¡ven a rondar!
que ya se ve relampaguear,
Si sopla aire de puerto, ¡la que se va a armar!...

¡Tú dale al guitarrico, zagal!,
las gotas llevarán el compás.
¡Buen tiempo pa rondar, rondar y no parar!.

Rondar para decir que no nos van a sacar de aquí;
tu tierra estará viva , mientras viva en ti.
Rondar para decir con la voz de la lluvia
cosas que yo solo no te sé decir.

Rondar para decirte, país, mil palabras de amor;
si un trueno las apaga, ¡mejor que mejor!.
Tú mira bien mis labios,¡verás qué misterio!:
pronunció "Sobrarbe", y digo "¡Aragón!.

Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.

Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!.

...

Con la tronada, ¡ven a rondar!,
¡Que cante todo el que ha de cantar!
seremos los heraldos de la tempestad.

En cuanto el viento quiera soplar
a Tierra Baja hay que marchar.
¡Banderas desgarradas volved a ondear!.

Ejército de lluvia, en la noche se te oye llegar
por sierras y llanadas hacia la ciudad.
Las piedras que hace siglos te esperan insomnes
entre ellas se ponen a cuchichear.

El Ebro les escucha contarse delirios de amor:
que vuelve a conquistarlas "su Batallador".
"¡Ya están aquí otra vez aquellos montañeses!"
"...¿O es esa tronada que grita: ¡Aragón!".

Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.

Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!.

...

Con la tronada, ¡ven a rondar!
y haremos las ventanas temblar,
¡Tambores de Calanda detrás del cristal!...

¿Qué pasa con la trompa, zagal?
pa mi que hay truenos que suenan más.
Como el Moncayo sople ¡verás que es soplar!.

Como el Moncayo sople verás un bajel navegar;
surcando la tronada, su rumbo buscar.
Bajel de nubes negras, bajel almogávar
¡déjame ir contigo por el ancho mar!.

Ancho mar de sueños que juntos soñamos tú y yo
-romper siento sus olas en mi corazón-.
Pon rumbo a Neopatria, o lee en mis labios:
la patria que sueñas se llama Aragón.

Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.

Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar como no echemos a andar
"¡Desperta, Ferro !", ¡Que te oigan tronar!.
Letra : Manuel Domínguez
Música : Miguel Sorribes

SAN JORGE/SANT JORDI, Patrón de Aragón y Cataluña (Corona de Aragón)




ARAGÓN, MI TIERRA NATAL, Y
 CATALUÑA, MI TIERRA DE ACOGIDA:
 A AMBAS MI AFECTO Y CONSIDERACIÓN 

Aragón y Cataluña celebran cada 23 de abril su día de la Comunidad, por la festividad de San Jorge -Sant Jordi. Pero, ¿a dónde se remontan sus raíces históricas en estas regiones, siendo  un santo de origen oriental?

La devoción hacia San Jorge se extendió por Europa hace más de mil años. Se dice que nació en la región de Capadocia -en tierras de la actual Turquía- en el siglo III. Hijo de un militar al servicio del Imperio Romano, él siguió los pasos de su padre y, según relata la tradición, fue martirizado por proteger a los cristianos, que estaban siendo perseguidos. Su martirio se produjo en Diospolis (Palestina) y fue canonizado por el Papa Gelasio I en el año 494.

A partir de ahí empieza la devoción por este santo, que se va extendiendo con rapidez por Europa y en torno al cual surgen las leyendas de su poder salvador de poblaciones atemorizados por dragones a los que él dio muerte.
En ambas vertientes del Pirineo fue proliferando la devoción hasta este santo a finales de la Alta Edad Media, pero no fue hasta los primeros años del siglo XI cuando San Jorge comienza a tener la condición de un patronazgo real, de la mano de los monarcas aragoneses. En el año 1096, el rey aragonés Pedro I se impuso a los musulmanes en la cruenta batalla de Alcoraz (Huesca). Cuenta la leyenda que cuando la contienda apuraba a las tropas cristianas, se apareció San Jorge y ayudó decisivamente a las milicias de Pedro I.

Desde entonces, los reyes de Aragón lo asumieron como santo de referencia, siguiendo la tradición que se iba extendiendo en aquella época en otros lugares de la mano de los cruzados.
Pero no fue hasta el siglo XV cuando se instauró oficialmente el día de San Jorge, el 23 de abril, como patrón oficial de los territorios de la Corona de Aragón, que incluía a Cataluña.

Bajo el dominio de los monarcas aragoneses, los territorios disponían de cortes que facilitaban un cierto grado de participación entre la sociedad feudal y el rey. Aragón y Cataluña tenían las suyas, pero nada que ver con el sentido democrático que tienen los parlamentos modernos.
De hecho, por ejemplo, las Cortes catalanas solo podían ser convocadas por el rey y debían ser presididas por él personalmente o por su lugarteniente. Y la Corona de Aragón, con todos sus territorios, tenía como clave de bóveda de poder la figura del monarca, en el que se unían los títulos de máximo gobernante en los distintos territorios.
Bajo el reinado de Jaime I -rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca, conde de Barcelona, conde de Urgel y señor de Montpellier-, las Cortes catalanas acordaron en el año 1456 que San Jorge (Sant Jordi) fuera el patrón en esa parte de la Corona de Aragón. Y, en el territorio propiamente dicho del Reino de Aragón, se adoptó idéntico acuerdo en las Cortes celebradas en Calatayud (Zaragoza) en el año 1461.
A finales de los años 70 del siglo XX, con la llegada de la democracia y el proceso de conformación del Estado de las Autonomías, Aragón y Cataluña revalidaron oficialmente el patronazgo de San Jorge en ambas comunidades autónomas.

Fuente: ABC.es

lunes, 7 de abril de 2014

Los problemas de vista del rey Juan II de Aragón


Repasando algunos episodios de la Historia de Aragón he hallado este hecho que, por razones obvias, me ha llamado bastante la atención. Lo reproduzco con la mayor brevedad posible:
Durante su reinado, Juan II perdió completamente la vista de los dos ojos. Su hijo Fernando el Católico le ayudaba a gobernar y en las Cortes de Zaragoza en 1468 Fernando fue nombrado Rey de Sicilia aunque tenía solamente 17 años.
Un médico intentó devolverle la vista a Juan II. Extrajo la catarata que le cubría el ojo derecho y habiendo tenido éxito con esta operación, el médico la realizó algunas semanas después en el ojo izquierdo con el mismo éxito.
Para esta época, una curación como ésta era algo milagrosa y el pueblo la atribuyó a un poder mágico.  Se decía que el rey había sido curado porque sus ojos habían sido tocados con el clavo con el que habían matado a Santa Engracia.
Por eso Juan II mandó construir un monasterio donde fue enterrado Santa conocido como las Santas Masas.
A veces me pregunto cuántos milagros serán fruto de la ignorancia de la época en que supuestamente acaecieron...