Repasando algunos episodios de la Historia de Aragón he hallado este hecho que, por razones obvias, me ha llamado bastante la atención. Lo reproduzco con la mayor brevedad posible:
Durante su reinado, Juan II perdió
completamente la vista de los dos ojos. Su hijo Fernando el Católico le ayudaba
a gobernar y en las Cortes de Zaragoza en 1468 Fernando fue nombrado Rey de
Sicilia aunque tenía solamente 17 años.
Un médico intentó devolverle la vista a
Juan II. Extrajo la catarata que le cubría el ojo derecho y habiendo tenido
éxito con esta operación, el médico la realizó algunas semanas después en el
ojo izquierdo con el mismo éxito.
Para esta época, una curación como ésta
era algo milagrosa y el pueblo la atribuyó a un poder mágico. Se decía
que el rey había sido curado porque sus ojos habían sido tocados con el clavo
con el que habían matado a Santa Engracia.
Por eso Juan II mandó construir un
monasterio donde fue enterrado Santa conocido como las Santas Masas.
A veces me pregunto cuántos milagros serán fruto de la ignorancia de la época en que supuestamente acaecieron...
Los mismos que hoy en día se creen hacen algunos que nos gobiernan con acrecentada sordera y que milagrosamente se cura en la época electoral.
ResponderEliminarun saludo
elperroverde
Nunca entenderé a esos que siguen votando a los mismos aun conociendo su incompetencia y su grado de corrupción...
ResponderEliminarGracias por visitar este modestísimo espacio.
Un abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarsoy nuevo por aquí, y mola mucho estas anécdotas ya que así podemos comprender muchos episodios de la Historia.
Pues parece ser que Fernando saboreó las mieles del poder desde muy joven y sabemos que eso es adictivo, ya que hasta el final de su glorioso reinado no cesó de luchar para incrementar la grandeza de su estirpe.
¡Un cordial saludo!
Fred
Gracias por tu visita y por tu aportación, Fred H.
ResponderEliminarLo que dices del rey Fernando y del poder es bien cierto. No hay más que ver como se agarran a él los que lo ostentan...
¿Tienes blog?
Saludos