ARAGÓN, MI TIERRA NATAL, Y
CATALUÑA, MI TIERRA DE ACOGIDA:
A AMBAS MI AFECTO Y CONSIDERACIÓN
Aragón y Cataluña celebran cada 23 de abril su día de la Comunidad, por la festividad de San Jorge -Sant Jordi. Pero, ¿a dónde se remontan sus raíces históricas en estas regiones, siendo un santo de origen oriental?
La devoción hacia San
Jorge se extendió por Europa hace más de mil años. Se dice que nació en la región de Capadocia -en
tierras de la actual Turquía- en
el siglo III. Hijo de un militar al servicio del Imperio Romano, él siguió los
pasos de su padre y, según relata la tradición, fue martirizado por proteger a los cristianos, que
estaban siendo perseguidos. Su martirio se produjo en Diospolis (Palestina) y
fue canonizado por el Papa Gelasio I en el año 494.
A
partir de ahí empieza la devoción por este santo, que se va extendiendo con
rapidez por Europa y en torno al cual surgen las leyendas de su poder salvador
de poblaciones atemorizados por dragones a los que él dio muerte.
En ambas vertientes del Pirineo fue proliferando la
devoción hasta este santo a finales de la Alta Edad Media, pero no fue
hasta los primeros años del siglo
XI cuando San Jorge comienza a tener la condición de un patronazgo real, de la
mano de los monarcas aragoneses. En el año 1096, el rey aragonés Pedro I se
impuso a los musulmanes en la cruenta batalla de Alcoraz (Huesca). Cuenta la
leyenda que cuando la contienda apuraba a las tropas cristianas, se apareció
San Jorge y ayudó decisivamente a las milicias de Pedro I.
Desde
entonces, los reyes de Aragón lo asumieron como santo de referencia, siguiendo
la tradición que se iba extendiendo en aquella época en otros lugares de la
mano de los cruzados.
Pero no fue hasta el siglo XV cuando se instauró
oficialmente el día de San Jorge, el 23 de abril, como patrón oficial de los
territorios de la Corona de Aragón, que incluía a Cataluña.
Bajo
el dominio de los monarcas aragoneses, los territorios disponían de cortes que
facilitaban un cierto grado de participación entre la sociedad feudal y el rey.
Aragón y Cataluña tenían las suyas, pero nada que ver con el sentido
democrático que tienen los parlamentos modernos.
De
hecho, por ejemplo, las Cortes catalanas solo podían ser convocadas por el rey
y debían ser presididas por él personalmente o por su lugarteniente. Y la
Corona de Aragón, con todos sus territorios, tenía como clave de bóveda de
poder la figura del monarca, en el que se unían los títulos de máximo gobernante
en los distintos territorios.
Bajo
el reinado de Jaime I -rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca, conde de
Barcelona, conde de Urgel y señor de Montpellier-, las Cortes catalanas
acordaron en el año 1456 que San Jorge (Sant Jordi) fuera el patrón en esa
parte de la Corona de Aragón. Y, en el territorio propiamente dicho del Reino
de Aragón, se adoptó idéntico acuerdo en las Cortes celebradas en Calatayud
(Zaragoza) en el año 1461.
A
finales de los años 70 del siglo XX, con la llegada de la democracia y el
proceso de conformación del Estado de las Autonomías, Aragón y Cataluña
revalidaron oficialmente el patronazgo de San Jorge en ambas comunidades
autónomas.
Fuente:
ABC.es
muy interesante Luis, desconocía en que momento fue nombrado patrón de Aragon¡¡¡
ResponderEliminarHola, Merche:
ResponderEliminarYo también me he enterado hace relativamente poco.
Gracias por tu visita por esta desértica bitácora.
Un abrazo