Un
equipo de ingenieros de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel y un
integrante de Administración y Dirección de Empresas, Eupbikes, ha fabricado
una novedosa moto para competir. La moto está fabricada en plástico mediante
impresión 3D y es totalmente eléctrica. El corredor turolense, Álvaro Górriz,
ya disputó con esta moto la competición MotoStuden IV en el
circuito Motorland Aragón obteniendo el triunfo en su categoría.
domingo, 23 de octubre de 2016
martes, 18 de octubre de 2016
José Luis Melero presenta El tenedor de libros en el Centro Aragonés de Barcelona
El pasado 20 de mayo tuvo lugar en la Sala Costa de este Centro Aragonés
de Barcelona la presentación de la obra de José Luis Melero titulada El tenedor de libros. Acompañaron al
autor: el editor, Chusé Raúl Usón, e Ignacio Martínez de Pisón, que rememoró en
tono muy cordial complicidades y vivencias compartidas con José Luis Melero, al
que considera líder espiritual y cultural de los amigos.
José Luis Melero es bibliófilo consumado y escritor. Posee una de las mejores
bibliotecas privadas de España y es uno de los principales estudiosos y
divulgadores de la literatura aragonesa. Esta puede ser la razón de que los
libros de Melero estén llenos de otros libros y por tanto repletos de historias
diversas.
En El tenedor de libros se recopilan 123 artículos que ya fueron
publicados en el suplemento "Artes y
Letras" del Heraldo de Aragón entre 2012 y 2015. La
gran aportación cultural de este autor es que posee y comparte un conocimiento de numerosos libros
de carácter singular y que desconocemos la inmensa mayoría, aunque la lectura
forme parte de nuestros quehaceres.
El tenedor de
libros es una obra cuyo título hace alusión a quienes
manejan los viejos libros de contabilidad, pero con objetivos más singulares,
edificantes y divertidos. La lectura del prólogo o Liminar, que escribe él
mismo, seduce y fomenta curiosidades:
"Podría decirse que no he hecho otra cosa en esta
vida que llevar los libros. Como un tenedor de libros lleva los libros de
contabilidad. Los he leído, fichado y ordenado con precisión, los he acarreado
de un lado para otro en mudanzas interminables (...) y los he vigilado en
silencio (...) para tratar de salvaguardar los secretos que esconden"
Si algo caracteriza a
este autor es la coherencia: escribe de lo que ha leído. Por eso, su vida de
lector se erige en el auténtico protagonista de sus libros:
"Aquí están
recogidas muchas de mis pasiones y algo de lo que he ido aprendiendo en mis
lecturas de no pocos años. Todo de verdad y sin imposturas. Para no demasiados
lectores, pero sin duda para los mejores".
Gracias
a El tenedor de libros conocemos curiosidades como los intentos en la
posguerra por dotar a Aragón de una salida al mar en compensación por su
participación en la Cruzada Nacional; episodios horribles como el de albergar durante
el día en el viejo campo de Torrero a prostitutas musulmanas que acompañaban a
los Regulares desplazados desde África; singularidades pintorescas como la del supuesto
cuento baturro "A Zaragoza... o al charco", pero que tiene
sus raíces en la tradición de la ciudad italiana de Biella, en el Piamonte;
revelaciones tan paradójicas como la de
que en la biblioteca de Hitler figuraba un ejemplar del Oráculo Manual y
Arte de la Prudencia de Baltasar Gracián. José Luis Melero, haciendo gala de su sentido
del humor, un tanto socarrón, añade que "si lo leyó, lo hizo sin ningún
aprovechamiento"...
También
ocupan un lugar preferente las historias de libreros, de bibliófilos y de
escritores. Sobre estos últimos, el autor prefiere recrearse en los menos
conocidos, en los que quedaron fuera de los manuales de historia literaria, a
los que rescata a veces con una mezcla de cariño y nostalgia porque la vida de muchos de ellos
no fue nada fácil: Julio Cejador y Frauca, Miguel de Suelves, José Cabrero,
Teodoro Bardají, Eduardo Marquina, Ivan Nogales... Resultaría exhaustivo
citarlos a todos. Libreros, filólogos, escritores, dibujantes, oftalmólogos,
sastres, vecinos de todo tipo y condición. Todos estos personajes llenos de
vida y ricos en anécdotas transmiten a los lectores las esencias de una época
pasada, pero sin dejar de lado al presente.
De
otros escritores más prestigiosos aborda asuntos singulares y novedosos.
Conoceremos cómo era el dormitorio de Pérez Galdós, el rencor de algún
personaje contra Baroja, la venta de la biblioteca de Cánovas del Castillo, los
cotilleos de Alfredo Marqueríe sobre Antonio Machado, la decepción de André
Gide por no haber sabido valorar el original de M. Proust, En busca del
tiempo perdido, la historia de paraguas de Azorín, los pocos ejemplares que
vendía Ramón Gómez de la Serna...
Con
estos comparten páginas escritores consagrados, triunfadores y que son del
gusto del autor como Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, García
Márquez, Vargas Llosa, James Joyce, César Vallejos... Hace gracia la anécdota
que narra de su encuentro con el Nobel Mario Vargas Llosa: "Le llevé la
primera edición de su primer libro: Los Jefes, que firmó como Mario Vargas y
que le publicó Editorial Rocas en 1959. Vargas Llosa se emocionó al verlo y me
confesó que no había visto ningún ejemplar del libro desde que salió de
Arequipa. Me lo pidió abiertamente y yo le respondí con franqueza aragonesa,
que es como aquí llamamos a la descortesía: Ni hablar. No me conoce usted. Yo
no me desprendo de este libro por nada del mundo".
Algo
que también hay que destacar y que honra al autor es el tributo que rinde a los
amigos. El tenedor de libros está lleno de referencias y guiños a manera
de homenaje a Javier Tomeo, J. A. Labordeta, Chesus Bernal, Javier Cercás,
Martínez de Pisón, José Iranzo... Para Melero, los amigos son la familia que
uno elige y hay que ser leal y honesto
con ella.
Es
notable y manifiesta su confesa devoción por el Real Zaragoza, el séptimo
equipo español más laureado... En su artículo "Cuando fuimos los
mejores" rinde tributo al equipo capitaneado por el gran Enrique
Yarza, con José Luis Violeta, el "León de Torrero", como
sagrado icono zaragocista, y con la delantera más famosa de la historia del
club (Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra)...
José
Luis Melero aborda temas de actualidad - monarquía o república, independentismo
catalán, etc. - en un tono que denota una preocupación que poco o nada tienen
que ver con la complacencia y el divertimento que pone de manifiesto en otros.
No es para menos..
La
gran lección que quiero destacar de este autor, y no es tarea fácil porque
abundan, es que la erudición, la reflexión profunda y el divertimento se pueden dar conjuntamente.
Otra cuestión que quiero subrayar, y termino, es la gran capacidad de síntesis
que tiene: en una simple página condensa amplios conocimientos, con sencillez y
en un tono cordial y simpático. Como si se hablara en la barra del bar con los
amigos...
Luis Antonio Pérez Cerra
sábado, 1 de octubre de 2016
ÓRGANOS DE MONTORO
En el término municipal de Montoro de Mezquita (Teruel) se encuentran los Órganos de Montoro, un impresionante farallón calizo del Cretácico que encaja sus estratos y relieves, pliegues y fallas, en la cabecera del río Guadalope.
La erosión del río Pitarque, encajado en los cañones
de ese órgano fantasmal, ha esculpido caprichosas formas en las terrazas
fluviales que vierten sus caños a la hoz del río desde las alturas
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