El caudal del río lleva nueve días a
mínimos históricos y nada indica que la situación vaya a mejorar.
"Hacía
tiempo que no veía bajar así de esmirriao el
Ebro, maño". José Marcén pasea por la ribera del Ebro
a su paso por Zaragoza todos los días, desde que llegó a la capital
aragonesa de su Barbastro (Huesca) natal. Cuenta que la última vez que vio al coloso río Ebro bajar con tan poco caudal fue
"antes de la Recopa". El máximo triunfo conseguido por el Real
Zaragoza en su historia. Fue en mayo del año 1995.
José
no anda muy desencaminado. Según datos facilitados por la Confederación
Hidrográfica del Ebro (CHE), la situación que atraviesa el río Ebro a
su paso por Zaragoza se remonta a principios de los años 90.
El Ebro, a su paso por Zaragoza, se encuentra a día de hoy en situación de
"emergencia" por una sequía que sorprende a
turistas, y a los propios zaragozanos.
Las
imágenes que estos días nos deja el río Ebro en la capital aragonesa contrasta
con la lección aprendida en el colegio: el Ebro es el río más caudaloso
de España. Pues bien, a las 19:13 del 22 de junio (este jueves), según
datos de la CHE, el río Ebro a su paso por Zaragoza alcanzaba los 0,57 metros
de altura. Hasta la altura de las rodillas.
En situación de emergencia
Actualmente,
el caudal preventivo está a 27,78 metros cúbicos por segundo.
Por debajo del límite establecido en el Plan Hidrológico de
Cuenca de la demarcación hidrográfica del Ebro. El nivel fijado es de 30 metros
cúbicos por segundo.
Sin
embargo, apuntan desde la CHE que el motivo de está excepcionalidad es que
"la cabecera del río Ebro está también en emergencia. Y claro, están
soltando agua desde Reinosa (Cantabria) –desde el embalse del Ebro- pero no
llega a Zaragoza por la estructura de usos que hay por el camino". De
hecho, según datos de la CHE, el embalse del Ebro está en cifras desconocidas
desde hace veinte añ
Los
índices de sequía. CHE
El
motivo por lo que se considera la situación de
"emergencia" por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro es
la sequía presente desde las últimas semanas
en la cuenca del Ebro. El río a su paso por Zaragoza lleva nueve días
en mínimos históricos.
Según
apunta el jefe de Área de Planes y Estudios de la CHE, Miguel Ángel García
Vera, "el límite del caudal preventivo se cumple desde el año 98,
lo que pasa es que la sequía es una situación que no
podemos controlar". De hecho, según explica a este diario,
"la cabecera del Ebro está en emergencia y eso explica porque se está por
debajo del caudal preventivo".
No hay alerta medioambiental
Apunta
García que el hecho de estar en esos niveles mínimos –en el caudal
preventivo-, no perjudica al medio ambiente. El caudal
ecológico del río Ebro, en temporadas de verano es menor que el resto
del año, está en el mes de junio a 13,56 hectómetros cúbicos. En julio bajará
mínimamente, hasta los 11,30 hm3. Los técnicos ajustan estos parámetros para preservar
la vida piscícola y la calidad de las aguas. Sin embargo, el caudal
ecológico está muy por debajo de los 116,4 hectómetros cúbicos, que ha
sido la media de los últimos 20 años. El caudal preventivo.
Ambos,
el caudal preventivo y el caudal ecológico deben de estar equilibrados
para garantizar las necesidades agrícolas con la ecología.
Miguel Ángel García reconoce que "el Ebro por su naturaleza produce
grandes avenidas y también duros estiajes". Y echa la vista hacía atrás.
"En el siglo XVIII era habitual en Zaragoza ver el Ebro
con tan poco caudal, con cifras de hasta 5 metros cúbicos por
segundo", cuenta.
Sin
embargo, García considera que la situación de "emergencia" por la
sequía que azota la cuenca del Ebro no va a disminuir en pocos días.
Es más, hasta el otoño la situación se mantendrá en estos
niveles. "La previsión es mala en Zaragoza capital, será un verano complicado
desde el embalse del Ebro (Reinosa, Cantabria) hasta Mequinenza (Zaragoza,
frontera con Cataluña).
El
técnico de la CHE, ante las protestas de sectores ecologistas por la situación
del Ebro, precisa que "sin embalses, los estiajes serían mucho más
severos.
Fuente: EL ESPAÑOL, 23-6-2017
¡Pero qué me dices! Menudo está el Ebro, Luis Antonio. ¡Que llueva, que lo necesitamos con urgencia, que se recupere ese Ebro, que si no, sale mal en la foto!
ResponderEliminarUn abrazo.