La
provincia aragonesa, una de las más golpeadas por la despoblación, perderá el
40% de su PIB y miles de empleos. Los afectados piden un plan de reconversión creíble
para salvar la comarca
Andorra
es el pueblo más rico de Aragón. Lo ha sido cas ininterrumpidamente desde que
en 1979 entró en funcionamiento su central térmica, una de las más importantes
de España. Endesa ha anunciado que no invertirá un solo euro más en la planta.
La central, como estaba previsto, cerrará en 2020 sin que haya un plan de
reconversión industrial en la zona. Es el final de una era, y un golpe a
Teruel. El 40% del PIB de una provincia que se desangra por la despoblación es
la planta.
Endesa
cerrará las centrales de Andorra y Compostilla en junio de 2020
La
térmica de Andorra es una central carboeléctrica que utiliza el lignito como
combustible. Sus tres grupos de generación suman una capacidad de 1.104 MW. La
central cuenta con 150 empleados de Endesa y 400 en subcontratas
(mantenimiento, limpieza, etc.), y genera unos 3.000 puestos de trabajo
indirectos. Andorra tiene algo menos de 8.000 habitantes.
La
normativa medioambiental europea era una sentencia de muerte para una central
considerada altamente contaminante. El cambio de Gobierno tras la moción de
censura y la empresa han dado la puntilla esta semana. Los primeros despidos
empezarán en marzo. El cierre total será en junio del 2020, en menos de dos
años. Endesa prevé recolocar a los empleados que dependen de ella. El problema
es para las contratas y el empleo indirecto.
La
renta media disponible en Andorra es de 23.166 euros, según los últimos datos
disponibles de la Agencia Tributaria que corresponden al 2016. La cifra está
por encima de los 21.367 euros en los que sitúa la renta media disponible de
España. La renta de Zaragoza, capital de Aragón y quinta ciudad del país, es de
22.358 euros.
Andorra
ha vivido muy bien. Encerrada en sí misma durante los buenos tiempos, con
ingresos inimaginables en la España rural de las castillas o el sur. Este
municipio pasó de 3.000 a los 7.800 habitantes que tiene actualmente gracias a
la emigración andaluza y extremeña que atrajo, primero la minería en los años
50 y 60 y, después, la central térmica.
Los
trabajadores de Endesa, casi todo el pueblo, tenían la luz gratis, casas de
veraneo en la playa pagadas por la empresa y subvenciones para costear entre el
60 y el 70% de la universidad de sus hijos. El pueblo llegó a tener dos colegios.
Uno público y otro sólo para los empleados de la térmica. “¿Eres del Trujillo o
del de Endesa?”, se preguntaban entre los chavales.
Andorra
tenía tres cines. Y se construyeron tres piscinas, una para los ingenieros,
otra para los facultativos y una olímpica para el pueblo. Todas gratuitas. Los
artistas y las figuras del toreo hacían parada obligada en sus giras al calor
del dinero. Raphael, Lola Flores, Romina y Albano, Antonio Machín o Antonio
Molina cantaron alguna vez en Teruel. Endesa cogió al equipo de fútbol y lo
mantuvo durante 14 temporadas en Segunda División B. Un año el Endesa
Andorra eliminó al Real Zaragoza en la Copa del Rey. El municipio estaba
dividido entre los que vivían de la central a y los que no.
El abandono de las cuencas mineras
Andorra
es hoy la imagen del cualquier tiempo pasado fue mejor. El viejo esplendor ha
dado paso a una juventud parada que da vueltas en BMWs que pagan con las
generosas pensiones que cobran algunos de sus padres ex mineros o ex
Endesa.
El
final de la central es un golpe para Teruel de consecuencias imprevisibles. La
comarca de Andorra tiene algunos ejemplos cercanos de lo que le espera. Planas
recuerda que el cierre de las minas de carbón de las localidades vecinas de
Escucha y Utrillas ya dejó la provincia muy tocada.
“Cuando cerraron Utrillas y Escucha
quedó lo que quedó: nada”, dice.
Teruel
se enfrenta a un problema de despoblación creciente. Su densidad de población
es inferior a los 10 habitantes por kilómetro cuadrado. La densidad media en
España es de 93 habitantes. En la última década, los municipios turolenses con
menos de 100 vecinos han pasado de 73 a 92.
La
despoblación ha favorecido unas cifras cercanas al pleno empleo. El conjunto de
la provincia tiene unos 137.000 habitantes. Son el 0,3% de los españoles. La
oferta de mano de obra ni siquiera cubre la demanda en muchas ocasiones. La
tasa de paro es el 8,40%, una de los más bajas de todo el país. Esos datos
cierran la puerta a muchas ayudas estatales y europeas
Jamón de Teruel y poco más
La
térmica se suma ahora a la lista de problemas de Teruel. La provincia se
queja de un eterno abandono del Estado. Sin el sector energético, a la economía
turolense le queda la industria agroalimentaria con la denominación de origen
Jamón de Teruel a la cabeza y algunos cultivos de cereal. El turismo rural y su
ruta del tambor son otra de sus fuentes de ingresos.
El
desarrollo de este territorio se ha visto secularmente lastrado por unas
infraestructuras deficientes. Aragoneses y valencianos celebraron una
manifestación conjunta para reivindicar una solución a la línea
Sagunto-Teruel-Zaragoza, una de las peor conservadas del país. Más de 50.000
personas participaron en la protesta hace poco más de un mes en Valencia.
Teruel
Existe resucitó en un anuncio de Ikea y vive 20 años después de su nacimiento
tras superar algunos altibajos. La plataforma publicó un vídeo en el que se
veía a un tractor circulando más rápido que el tren en uno de los tramos más
dañados en esa vía.
Pero
no es sólo el problema de las conexiones. Teruel ha reivindicado en estos 20
años medidas como una Universidad más potente que atraiga estudiantes y frene
la despoblación o más ayudas al campo.
Y
la Sanidad. Los turolenses denuncian que lo servicios hospitalarios son
cada vez peores y que la atención no llega a las áreas rurales. Los
mejores centros sanitarios de Aragón, los de Zaragoza, están a 170 kilómetros.
Hay plazas que no se cubren porque los médicos no quieren vivir en Teruel.
Jorge
Sanz .-Voz Populi