jueves, 24 de enero de 2019

Auge y caída de Andorra: el cierre de su central térmica hunde a Teruel en el caos





La provincia aragonesa, una de las más golpeadas por la despoblación, perderá el 40% de su PIB y miles de empleos. Los afectados piden un plan de reconversión creíble para salvar la comarca 

Andorra es el pueblo más rico de Aragón. Lo ha sido cas ininterrumpidamente desde que en 1979 entró en funcionamiento su central térmica, una de las más importantes de España. Endesa ha anunciado que no invertirá un solo euro más en la planta. La central, como estaba previsto, cerrará en 2020 sin que haya un plan de reconversión industrial en la zona. Es el final de una era, y un golpe a Teruel. El 40% del PIB de una provincia que se desangra por la despoblación es la planta.

Endesa cerrará las centrales de Andorra y Compostilla en junio de 2020

La térmica de Andorra es una central carboeléctrica que utiliza el lignito como combustible. Sus tres grupos de generación suman una capacidad de 1.104 MW. La central cuenta con 150 empleados de Endesa y 400 en subcontratas (mantenimiento, limpieza, etc.), y genera unos 3.000 puestos de trabajo indirectos. Andorra tiene algo menos de 8.000 habitantes.

La normativa medioambiental europea era una sentencia de muerte para una central considerada altamente contaminante. El cambio de Gobierno tras la moción de censura y la empresa han dado la puntilla esta semana. Los primeros despidos empezarán en marzo. El cierre total será en junio del 2020, en menos de dos años. Endesa prevé recolocar a los empleados que dependen de ella. El problema es para las contratas y el empleo indirecto.

La renta media disponible en Andorra es de 23.166 euros, según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria que corresponden al 2016. La cifra está por encima de los 21.367 euros en los que sitúa la renta media disponible de España. La renta de Zaragoza, capital de Aragón y quinta ciudad del país, es de 22.358 euros.

Andorra ha vivido muy bien. Encerrada en sí misma durante los buenos tiempos, con ingresos inimaginables en la España rural de las castillas o el sur. Este municipio pasó de 3.000 a los 7.800 habitantes que tiene actualmente gracias a la emigración andaluza y extremeña que atrajo, primero la minería en los años 50 y 60 y, después, la central térmica.

Los trabajadores de Endesa, casi todo el pueblo, tenían la luz gratis, casas de veraneo en la playa pagadas por la empresa y subvenciones para costear entre el 60 y el 70% de la universidad de sus hijos. El pueblo llegó a tener dos colegios. Uno público y otro sólo para los empleados de la térmica. “¿Eres del Trujillo o del de Endesa?”, se preguntaban entre los chavales.

Andorra tenía tres cines. Y se construyeron tres piscinas, una para los ingenieros, otra para los facultativos y una olímpica para el pueblo. Todas gratuitas. Los artistas y las figuras del toreo hacían parada obligada en sus giras al calor del dinero. Raphael, Lola Flores, Romina y Albano, Antonio Machín o Antonio Molina cantaron alguna vez en Teruel. Endesa cogió al equipo de fútbol y lo mantuvo durante 14 temporadas en Segunda División B.  Un año el Endesa Andorra eliminó al Real Zaragoza en la Copa del Rey. El municipio estaba dividido entre los que vivían de la central a y los que no.

El abandono de las cuencas mineras

Andorra es hoy la imagen del cualquier tiempo pasado fue mejor. El viejo esplendor ha dado paso a una juventud parada que da vueltas en BMWs que pagan con las generosas pensiones que cobran algunos de sus padres ex mineros o ex Endesa.

El final de la central es un golpe para Teruel de consecuencias imprevisibles. La comarca de Andorra tiene algunos ejemplos cercanos de lo que le espera. Planas recuerda que el cierre de las minas de carbón de las localidades vecinas de Escucha y Utrillas ya dejó la provincia muy tocada.

“Cuando cerraron Utrillas y Escucha quedó lo que quedó: nada”, dice.

Teruel se enfrenta a un problema de despoblación creciente. Su densidad de población es inferior a los 10 habitantes por kilómetro cuadrado. La densidad media en España es de 93 habitantes. En la última década, los municipios turolenses con menos de 100 vecinos han pasado de 73 a 92.

La despoblación ha favorecido unas cifras cercanas al pleno empleo. El conjunto de la provincia tiene unos 137.000 habitantes. Son el 0,3% de los españoles. La oferta de mano de obra ni siquiera cubre la demanda en muchas ocasiones. La tasa de paro es el 8,40%, una de los más bajas de todo el país. Esos datos cierran la puerta a muchas ayudas estatales y europeas





Jamón de Teruel y poco más

La térmica se suma ahora a la lista de problemas de Teruel. La provincia se queja de un eterno abandono del Estado. Sin el sector energético, a la economía turolense le queda la industria agroalimentaria con la denominación de origen Jamón de Teruel a la cabeza y algunos cultivos de cereal. El turismo rural y su ruta del tambor son otra de sus fuentes de ingresos.

El desarrollo de este territorio se ha visto secularmente lastrado por unas infraestructuras deficientes. Aragoneses y valencianos celebraron una manifestación conjunta para reivindicar una solución a la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza, una de las peor conservadas del país. Más de 50.000 personas participaron en la protesta hace poco más de un mes en Valencia.

Teruel Existe resucitó en un anuncio de Ikea y vive 20 años después de su nacimiento tras superar algunos altibajos. La plataforma publicó un vídeo en el que se veía a un tractor circulando más rápido que el tren en uno de los tramos más dañados en esa vía.

Pero no es sólo el problema de las conexiones. Teruel ha reivindicado en estos 20 años medidas como una Universidad más potente que atraiga estudiantes y frene la despoblación o más ayudas al campo.

Y la Sanidad. Los turolenses denuncian que lo servicios hospitalarios son cada vez peores y que la atención no llega a las áreas rurales. Los mejores centros sanitarios de Aragón, los de Zaragoza, están a 170 kilómetros. Hay plazas que no se cubren porque los médicos no quieren vivir en Teruel.

Jorge Sanz .-Voz Populi

2 comentarios:

  1. Lo siento pero hay que buscar alternativas prácticas y realistas que Teruel merece. No podemos jugarnos el futuro de todos con el cambio climático por el mantenimiento de unos puestos de trabajo.
    un abrazo

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  2. Para el gobierno autonómico de Aragón (DGA) sólo cuenta la megapolis de Zaragoza. Para no pocos, TERUEL NO EXISTE. Y los turolenses no estamos exentos de responsabilidad. Sólo sabemos quejarnos, manifestarnos y poco más... Y así nos va.

    Un abrazo, amigo Krapp

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