martes, 31 de diciembre de 2019

LA REBELIÓN DE LA ESPAÑA VACÍA (II)



Los turolenses luchan contra el destino. Jaime Valero, por ejemplo, se ha puesto a estudiar el grado de formación profesional en Energías Renovables en el instituto Pablo Serrano de Andorra. Anteriormente se había formado en robótica, energía hidráulica y electricidad. Su objetivo es conseguir un trabajo de mantenimiento en el sector eólico. En la región funcionan actualmente ocho parques eólicos. Green Power, filial de Endesa, está construyendo cuatro nuevos, y la aragonesa Forestalia ha anunciado un plan de 2.400 millones de euros para instalar 34 puntos de producción de energía fotovoltaica y 32 de eólica.

La fiebre de las renovables

Forestalia asegura que la construcción de los parques dará trabajo a 12.000 personas y creará 450 empleos posteriores para la explotación de las instalaciones. Valero quiere tener uno de ellos. “Teruel no está muerto, solo faltan más oportunidades”, dice una de las profesoras de Valero, la ingeniera Nadine Fernández. Criada en Andalucía, emigró a Alemania con su marido, químico. Hace un año y medio que recalaron en Alcañiz —el segundo municipio de la provincia— por un empleo que consiguió él. Fernández explica que recientemente vio un documental sobre el éxito de la repoblación de las Highlands escocesas y que demuestra, según esta ingeniera, que con mejores infraestructuras y mejores tecnologías de la comunicación es posible revivir el mundo rural. “Como en Escocia, debería potenciarse cursar estudios superiores por Internet”, dice Fernández. Milagros Mateo, directora del instituto Pablo Serrano, hija y esposa de agricultores y mineros, está estudiando un máster a distancia por la Universidad de Valencia. Mateo tiene dos hijos que viven en Zaragoza y Barcelona, y que hoy no se plantean volver.

Una hipotética saturación del paisaje turolense con molinos preocupa en Andorra, dice Valero, aunque añade que “más preocupa tener trabajo”. Teruel Existe se muestra crítico con las inversiones en renovables porque no van acompañadas de una industria de producción y porque cree que la provincia vende a bajo precio sus recursos naturales. “Las renovables son como un proceso de colonización, como pasó con el carbón, aunque este dejaba más puestos de trabajo”, dice Goded. “Existe el riesgo de que esta energía quede desfasada y nos quedemos con pinares de molinos”, apunta Gimeno.

Ignacio Urquizu, sociólogo y alcalde socialista de la localidad de Alcañiz, opina que lo que ha faltado históricamente en Teruel es capacidad de emprender. “Teruel tenía en 1900 la misma población que Gipuzkoa, 240.000 habitantes [casi el doble de la que tiene hoy la provincia]”, recuerda. El regidor destaca que la apertura al mar o la proximidad con Francia han sido determinantes en favor del desarrollo de Gipuzkoa, pero admite que en Teruel “no ha habido grandes polos de emprendedores”, en parte porque sus élites apostaron por una economía tradicional como la agricultura. Urquizu subraya que mejores infraestructuras son importantes, pero no son sinónimo de progreso. “Cuando el AVE o una autopista llega a un municipio, en muchos casos facilitan que la gente se vaya. Para conseguir mayor desarrollo en Teruel hay que ir más allá de las infraestructuras”.

Alloza y la historia de Belén

Belén Soler insiste en que unas buenas vías de comunicación pueden determinar la decisión de vivir en un pueblo: “Si tu hijo tiene que hacer 40 kilómetros en autocar por una carretera mala y con muchas curvas para ir al colegio, quizás optarás por mudarte a la ciudad”. Soler sabe de qué habla. Nació en 1973 en Cardedeu (Barcelona), pero en 2001 quiso volver a los orígenes de su familia, Alloza. Su padre, transportista, se trasladó a Cataluña por trabajo. Su abuelo era minero. Soler regresó a Alloza porque quería fundar una familia en el campo. Abrió una casa de turismo rural y un restaurante kilómetro cero, La Ojinegra. Todos los alimentos del establecimiento provienen de la región, de la carne a las hortalizas y los cereales, de las frutas a la exquisita infusión de té de roca que prepara.

La provincia cuenta con 9 habitantes por kilómetro cuadrado, cuando la media española es de 93

Soler dice que Alloza (580 vecinos) es una excepción porque su despoblación es menos acusada que la de otros municipios de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos. Y enumera a otros jóvenes que también se han instalado en Alloza: el artista Raúl Escuín, una nueva vecina que ha abierto un centro de estética y un comercio de ropa, o una veterinaria que también ha querido regresar al pueblo de sus padres. “Han visto que se puede conseguir porque antes ha habido alguien que se ha salido con la suya. La clave es adaptarse a las oportunidades del entorno rural. Adaptarse, ser ambiciosos y cooperar entre nosotros”, reflexiona Soler.

lunes, 16 de diciembre de 2019

LA REBELIÓN DE LA ESPAÑA VACÍA (I)




Desde el mirador de la localidad turolense de Alloza se observa un paisaje de cultivos de secano y olivares. EDUARDO NAVE | JUAN MILLÁS


LA COLUMNA DE humo blanco de la central térmica de Andorra, el tercer municipio más poblado de Teruel, se puede distinguir a más de 30 kilómetros de distancia. Omnipresente en un paisaje rocoso y de secano, la chimenea de 343 metros de altura rompe la monotonía del cielo y señala el epicentro de la industria del carbón en la provincia. Endesa cerrará la central en 2020 y con ella dará carpetazo a un siglo y medio de minería en la región bajo el impulso descarbonizador dictado a nivel europeo. Con la central también se esfumarán los mejores años de la vida de ­Jaime Valero, andorrano de 38 años, 15 de ellos empleado en la térmica. Valero está en el paro desde el verano y admite, con la voz rota, echar de menos un trabajo que antes tuvieron su padre y sus abuelos: “En la planta me sentía realizado; será difícil conseguir algo tan bueno, pero lo tengo que intentar”.

Con la central térmica de Andorra desaparecerá un negocio que genera el 9% del PIB de la provincia, aseguran en Teruel Existe. Este movimiento ciudadano protagonizó una de las sorpresas de las pasadas elecciones generales: tras 20 años de activismo, saltó a la política y ganó los comicios en la provincia, accediendo al Congreso con un diputado. La rabia que expresan los representantes de Teruel Existe se centra en una histórica demanda por la mejora de las infraestructuras y los servicios en el mundo rural. Manuel Gimeno, portavoz de la formación, esgrime alarmado las previsiones de evolución de la población del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2033: mientras que el conjunto de España ganará un 5% en habitantes, la provincia aragonesa los perderá en un 8,5%; la población de Teruel entre 25 y 49 años de edad se reducirá en un 23% hasta 2033, mientras que la horquilla entre los 65 y los 84 años aumentará un 22%. “Hay que actuar ya porque en 50 años quizá ya no habrá gente en Teruel y habrán muerto demasiados pueblos”, dice otro veterano de Teruel Existe, Amado Goded.

La Unión Europea reconoce el serio riesgo de despoblación en las provincias con menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Con menos de 8, la situación demográfica pasa a ser considerada crítica. Tres provincias españolas se encuentran por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetros cuadrado: Soria, Teruel y Cuenca. Soria se sitúa en 8,5, y Teruel, en 9 (cuando la media en España es de 93 personas por kilómetro cuadrado y una provincia como Barcelona alcanza los 726).

“Teruel no está muerto, solo faltan más oportunidades”, insiste una ingeniera afincada en Alcañiz

La despoblación de Teruel no se explica únicamente por la tendencia de la sociedad global a concentrarse en ciudades. En la provincia solo existe una conexión ferroviaria, la que enlaza Teruel con Zaragoza y Valencia, cuatro o cinco veces al día, en dos horas y media. Otra demanda histórica es la de una mayor red sanitaria que evite desplazamientos a Zaragoza. La provincia tiene hospitales en dos municipios, en Teruel capital y en Alcañiz, en un territorio que es un 75% mayor en superficie que la Comunidad de Madrid y con una población especialmente enveje-cida. La prioridad de Teruel Existe como fuerza parlamentaria es que entre en vigor un pacto de Estado contra la despoblación, con una financiación especial para dotar de servicios y de oportunidades económicas al medio rural. Otra prioridad es la implementación de la fibra óptica en toda la provincia, el desarrollo del corredor ferroviario entre el Cantábrico y el Mediterráneo, la construcción de la autovía A-68 entre Castilla y León y la Comunidad Valenciana y de la autovía A-40, que debería conectar Cuenca, la comarca de las Cuencas Mineras y Tarragona.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Entrevista a Tomás Guitarte.- Teruel Existe. Movimiento Ciudadano



Teruel Existe ha conseguido ser la primera agrupación de electores con representación en las Cortes Generales y su diputado electo, Tomás Guitarte, pretende llevar la voz de la provincia a la capital para revertir la situación de infradesarrollo de una de las zonas más despobladas de España, asegura en una entrevista con Efe.
Guitarte está vinculado al movimiento ciudadano Teruel Existe desde sus orígenes en 1999. Natural de Cutanda, una localidad perteneciente al municipio de Calamocha, ha vivido entre Valencia y Teruel y defiende que, aún así, siempre ha trabajando por esta provincia de la que tuvo que emigrar con apenas diez años.
Pregunta: ¿Por qué desde la coordinadora ciudadana se decide dar este salto a la política como agrupación de electores?
Respuesta: Se produce tras veinte años de reivindicaciones, en las que se han conseguido cosas, pero no las grandes inversiones estructurales. Están paralizadas la A-40, la A-68 o el Corredor Cantábrico Mediterráneo, parece que por decisiones políticas. Cuando pensamos en presentarnos sopesamos si teníamos el apoyo de los turolenses. Se hizo una convocatoria para recoger los avales necesarios, el 1 % del censo electoral y, no solo alcanzamos esa cifra, sino que la multiplicamos por seis en apenas una semana. Entonces vimos claro que había voluntad de que presentásemos una candidatura a estas elecciones.
P: Y deciden presentarse como agrupación de electores en una repetición electoral, ¿les ha podido beneficiar este hecho?
R: No creo que se haya dado esa circunstancia, porque la agrupación de electores está muy penalizada. Es una forma de concurrir muy diferente a la de un partido. Simplemente es un movimiento ciudadano que concurre puntualmente en unas elecciones, pero no tiene acceso a los debates en televisiones y radios públicas, ni espacios gratuitos. Con lo cual, conseguir lo que se ha logrado por la vía de la agrupación es un mérito añadido, que hemos tenido que hacer con pocos medios.
P: En su programa destaca el Pacto de Estado por la Repoblación y el Reequilibrio territorial, ¿en qué consiste este compromiso?
R: Es una propuesta de calado porque entendemos que la situación actual viene producida por un modelo de desarrollo desigual. Un modelo que se ha seguido desde los años del desarrollismo franquista y que el periodo democrático no ha corregido. Lo que se llamó en su momento polos de desarrollo. Las inversiones públicas fueron hacia allí y no se invirtió nada en otras zonas, que han caído en el infradesarrollo. Ese pacto lo que dice es que, si hemos estado 40 años invirtiendo en ese sentido, ahora durante 30 años invirtamos una cantidad fija anual en los territorios afectados para revertir la situación.
P: ¿Cómo se obtendría esa financiación?
R: Nos hemos basado en el ejemplo de la reunificación alemana. Acordaron un pacto de solidaridad por el que se ha estado destinando, durante 30 años, un 7% del IRPF y del Impuesto de Sociedades para equilibrar las infraestructuras de la Alemania del Este con la del Oeste. No queremos un impuesto nuevo, pero sí tomar ese ejemplo. También, la financiación de Europa destinada a la cohesión: nunca se han invertido en lo que era su misión. Se ha invertido en potenciar más las áreas que ya estaban desarrolladas. Con lo cual, aunque España en conjunto haya podido aproximarse a Europa, internamente no lo ha hecho, sino que ha creado diferencias mayores.
P: ¿Qué otras propuestas plantean?
R: Básicamente, las reivindicaciones que durante 20 años nos han prometido y no se han hecho realidad. Ese pacto incluye también medidas de telecomunicaciones; tratamiento fiscal favorable; accesibilidad a los servicios en menos de 30 minutos; autovías a 30 kilómetros o rehabilitación de la vivienda en el mundo rural para alquiler.
El programa lo hemos agrupado en cinco puntos: lucha contra la despoblación, revitalización del medio rural, comunicaciones y accesibilidad, telecomunicaciones y una transición justa tras el cierre de la Central Térmica de Andorra.
P: ¿Con quién estarían dispuestos a pactar?
R: Nos comprometimos a asegurar la gobernabilidad, porque durante el proceso anterior nos quejábamos de que se estaba perdiendo tiempo en negociaciones por intereses partidistas, mientras la vida real seguía. Políticamente nos dará igual uno que otro. Aparte de la gobernabilidad, que haya un compromiso por empezar a cumplir las promesas y proyectos que hay atascados con la provincia.
P: En torno a la España Vaciada se aglutinan unas 120 plataformas, ¿Podría ser Teruel Existe un ejemplo y repetir este fenómeno en otras elecciones?
R: La España vaciada la impulsó Teruel Existe y otras plataformas después. Pero nosotros no nos hemos presentado como España Vaciada. El mandato con el que vamos es Teruel, pero, queramos o no, los demás sí que nos ven como una referencia porque somos el movimiento ciudadano que lleva más años trabajando.
P: En un Congreso tan dispar y polarizado, ¿Teruel Existe tendrá espacio para sus reclamaciones?
R: Me da la impresión que, a veces, los problemas de Teruel no se abordan porque ni siquiera saben que tenemos problemas. El hecho de estar allí e intervenir en los debates, creo que podrá hacer que consigamos algo.
Diego Saz Ortega