domingo, 31 de diciembre de 2023

CASTILLO DE ALIAGA (Y 3)


Recreación del castillo de Aliaga

Entre tanta torreta de planta circular, llama poderosamente la atención un potente torreón rectangular de unos 8 por 7 metros de planta.

 

Aparentemente más antiguo que el resto, sus muros de tapial calicostrado fueron revestidos posteriormente con piedra para otorgarle una mayor solidez y prestancia. Su posición en el ángulo de giro del recinto exterior, y, por tanto, en uno de los tramos más expuestos del recinto, le otorga una especial relevancia.

 

El resto de las construcciones se debieron agrupar concéntricamente en torno a la peña donde se situaba la torre del homenaje. Este espacio hasta las murallas perimetrales. estaría ocupado por la antigua aldea de Aliaga. Dado el marcado declive topográfico existente desde la peña, las construcciones más próximas a esta se encontraban en una posición más relevante, lo que le daría al conjunto una peculiar apariencia escalonada.

 

Al igual que otras fortalezas conventuales de la provincia (como Alfambra, Montalbán, Alcañiz o Alcalá de la Selva), el castillo de Aliaga contó con la ya mencionada capilla, y con las dependencias necesarias para la vida monástica: sala capitular, refectorio, dormitorios, estancias del comendador y al menos un aljibe, que se corresponderían posiblemente con las construcciones adosadas a la peña. En una posición menos relevante se situarían las caballerizas, almacenes, bodegas, cocinas y otras dependencias secundarias, además del casalicio de la aldea.

 

Hoy en día, el castillo de Aliaga se encuentra a la espera de que futuras excavaciones arqueológicas devuelvan parte de su pasado esplendor, a la que fue una de las fortificaciones más inexpugnables de todo el reino de Aragón.


viernes, 22 de diciembre de 2023

EL CASTILLO DE ALIAGA (2)


En el fuero también se establecía la entrega al comendador de un quinto de los ganados capturados en las razias lanzadas contra territorio enemigo; y se incluían disposiciones relacionadas con los vecinos de la población que fueran capturados por los sarracenos, así como sanciones para los que no acudieran cuando fueran llamados a las armas.

Este primer núcleo de población debía situarse dentro del recinto exterior del castillo. lugar en el que también se hallaba la primitiva iglesia. En el siglo XV, la villa se extendió fuera del recinto, trasladándose  igualmente la parroquial, dedicada a San Juan; no obstante en el siglo XVI aún había una capilla en el castillo, bajo la advocación de Santa María.

Fue probablemente a principios del siglo XIII, cuando el castillo de Aliaga fue objeto de una importante remodelación, convirtiéndose en una fortaleza de carácter conventual, a semejanza de otras similares existentes en tierras turolenses, bajo el dominio de otras órdenes militares.

Durante la Guerra de los Dos Pedros, el castillo fue puesto en estado de defensa, aunque finalmente no fue atacado, al situarse muy a retaguardia de la línea de frente. Sí que lo sería un siglo después, por los soldados castellanos del duque de Híjar (1462), partidario del  Príncipe de Viena en su enfrentamiento contra Juan II. No obstante, la permanencia de las fuerzas de ocupación en la fortaleza fue corta, al evacuarla al año siguiente; pero el de Híjar acabó reconciliándose con el monarca y este le otorgó (con el consentimiento del prior sanjuanista) el título de conde de Aliaga. En 1487 Fernando el Católico lo elevó a rango de ducado, título que ha perdurado durante más de cinco siglos. En la actualidad lo ostenta Luis Martínez de Irujo (hijo de la duquesa de Alba), XIX duque de Aliaga.

Pese a ello, el castillo permaneció bajo el dominio sanjuanista. Todavía en 1535, mantenía un arsenal con 22 picas, 24 lanzas, 12 paveses, 6 escopetas, 8 ballestas de acero y 3 de madera.

Tras varios siglos de inactividad militar, el castillo recuperó protagonismo en el siglo XIX. Tras sus muros se atrincheró un contingente carlista al mando de Francisco Macarulla. El general liberal O´Donell puso sitio a la plaza en abril de 1840, bombardeándola con un tren de artillería compuesto por veinte piezas. La resistencia de la guarnición fue llevada hasta el final, consiguiendo una capitulación con honores. Pero el peaje a pagar fue la ruina de la fortaleza.

Hoy en día, sus construcciones se encuentran ocultas por niveles de escombros de varios metros de espesor, pese a lo cual es posible hacerse una idea de su organización espacial. Con una superficie próxima a los 4.000 m2, el castillo se encuentra coronado por un importante peñasco de más de 30 m. de altura, en el que se asentó la torre del homenaje. A su amparo, en los flancos occidental y meridional, se dispusieron una serie de edificios y recintos concéntricos.

Buena parte del recinto exterior resulta visible hoy en día. Destaca una quincena de torres cilíndricas, de unos tres metros de diámetro, por delante de las cuales se sitúa un foso. La densidad de este tipo de estructuras en el flanco noroccidental no tiene parangón en ninguna otra fortaleza o recinto turolense.

viernes, 15 de diciembre de 2023

EL CASTILLO DE ALIAGA (1)


Si hay un lugar en el sur de Aragón donde la geología se alió con el ser humano para crear una fortificación excepcional, ese es Aliaga. Su castillo, encaramado sobre un peñasco prácticamente inexpugnable, es un auténtico nido de águilas. Los "freires" de la Orden del Hospital hicieron de él su principal base de operaciones en las serranías turolenses.

Fortaleza andalusí, fue ocupada por Alfonso I de forma simultánea a Zaragoza (1118) pese a mediar una considerable distancia entre esta posición y la capital del Valle del Ebro. El rey se la entregó al noble Lope Johanes de Tarazona. Este magnate aragonés no dispuso de mucho tiempo para acometer reformas de consideración en la fortificación, antes de que retornara a manos almorávides, tras la muerte de El Batallador.

Tras la conquista definitiva que se produjo durante el reinado de Alfonso II, Sancho de Tarazona donó la fortaleza, la villa y la iglesia a la Orden del Hospital (1163). Pocos años después, en 1180, los sanjuanistas establecieron en Aliaga el centro de su encomienda en la sierras turolenses, cuyo cartulario fue publicado en 1979 por León Esteban Mateo, quien también publicó en 1989 la Historia de Aliaga y su Encomienda Sanjuanista.En noviembre de 1216, Aymericus de Pace, de acuerdo con el consejo del Capítulo del Hospital, concedió fueros  a los pobladores de Aliaga; en ellos se establecía que todo vecino que poseyera un yugo de bueyes, un asno, dos lechos, pan y vino para un año y 30 sueldos debía comprar un potro. Y aquel que sobrepasase  ese montante económico, lo que debía comprar era un caballo. Como ocurría en toda plaza fronteriza, las prescripciones del ordenamiento foral iban encaminadas  a facilitar la defensa de la posición; en este caso , que los "freires" sanjuanistas dispusieran de suficientes  monturas de cara  a las frecuentes operaciones militares que debían desarrollar contra territorio musulmán. Hay que tener en cuenta, que en ese momento el enemigo sarraceno todavía estaba lo suficientemente próximo como para suponer una amenaza.

Fuente: ARAGÓN ES OTRA HISTORIA

(Continuará)

 

miércoles, 13 de diciembre de 2023

El castillo templario de Aragón que custodió la espada del Cid Campeador


Me encantan los castillos. Puedo presumir de haber visitado unos cuantos. El de Monzón es uno de ellos.

 En Monzón, en la provincia de Huesca, se encuentra uno de los símbolos más importantes de los templarios de España que te introducirá en el fascinante mundo de los monjes-guerreros de esta orden militar.

En España, durante la Edad Media, una de las órdenes militares cristianas más poderosas fue la Orden del Temple, cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios. Apareció en el siglo XII y llegó a tener 800 castillos y miles de caballeros por toda Europa. Más de 100 estaban en España, de los que se conservan muy pocos, la mayoría en ruinas. Aragón es conocida como la tierra de los castillos y en algunas zonas aún se puede conocer la historia de estos monjes militares en la Comunidad visitando estas fortalezas.

El Castillo de Monzón, un símbolo templario en España.

Esta fortaleza templaria, desde la que durante siglos se dominó una estratégica y significativa parte del Reino y de la Corona de Aragón, custodió durane años la "Tizona", la famosa espada de  El Cid Campeador. Se trata de un antiguo bastión musulmán que fue declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural en Aragón y se consolida como la llave robusta de la provincia de Huesca. En él se educó siendo niño Jaime I el Conquistador.Entre sus estancias principales se encuentra la Sala capitular-refectorio, que es el edificio que produce mayor impresión de tosquedad de todo el conjunto; la torre del Homenaje, construida entre los siglos IX-X, fue el último refugio de los defensores de la fortaleza; el Templo (Iglesia de San Nicolás), que presenta gran cantidad de elementos románicos al igual que alguna influencia gótica; la Torre de Jaime I, que alberga las cárceles de la Encomienda; las caballerizas y los dormitorios. Además, en su interior se ubica un centro de interpretación dedicado al Temple que te sumerge en el mundo de los monjes-guerreros templarios

A pesar de que La Inquisición trató de borrar todas las huellas templarias, en el Castillo de Monzón todavía se conservan receptáculos con una piedra del Templo de Salomón de Jerusalén.